Rosario Murillo se lavó las manos y culpó a los ciudadanos que se niegan a trasladarse a refugios por las víctimas registradas por Iota, las que de forma oficial alcanzan las 16 personas. «Uno debe aprender a aceptar todo lo que nos llega. La consciencia de responsabilidad ciudadana debe crecer», fue lo que repitió la vocera del régimen orteguista durante su intervención del mediodía de este miércoles, 18 de noviembre, a través de su llamada telefónica que hace todas las tardes a sus medios de propaganda.
La vicedictadora insistió que las mayores tragedias, es decir, las pérdidas de vidas humanas, se registraron «en comunidades donde no han atendido el llamado a cuidarnos, a salir de esos puntos críticos, a abandonar los puntos vulnerables y no solo en momentos como este, sino en el sentido de vivir en puntos de alta vulnerabilidad», aunque no refirió que alternativas ofrece su administración para que esas personas puedan mejorar su condición socioeconómica.
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En medio de su telefónico a Murillo le entró otra llamada. Pidió disculpas e informó que quien la solicitaba era Pedro Haslam, el secretario político del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en Matagalpa, quien se encuentra en el Macizo de Peñas Blancas, donde se reportó un deslave provocado por las lluvias y fuertes vientos de Iota.
«¡Que te diga a vos, amorcito, por favor!», dijo Murillo a su «colaboradora». «Una vez más nos confiamos en exceso, una vez no acatamos la responsabilidad de resguardarnos, pero no podemos obligar, tenemos que crecer en consciencia de riesgo», recalcó la también primera dama, remarcando que su gobierno destinó a más de 10 mil personas para atender la emergencia y remachando como una súper labor el trabajo que hace la Policía, el Ejército y las alcaldías bajo su dominio.


Murillo puso como ejemplo el caso de la comarca La Piñuela, en Santa Teresa, Carazo. La portavoz aseguró que se evacuaron a las 26 familias que habitan en esa zona, a quienes trasladaron a «casas solidarias», pero con voz de molestia afirmó que dos familias decidieron retornar a sus viviendas «y no resguardarse, porque pensaban que durante el (huracán) Eta no hubo afectaciones ni creció el río, entonces en este otro evento para qué, mejor regresar a sus casas, decían ellos, y en ese momento que optan por regresar no llovía. Sin embargo, el río presentó la madrugada del martes 17 una crecida rápida y dos viviendas fueron arrasadas, se metió en las casas».
Ese suceso en Carazo dejó cinco víctimas, entre estas un niño de cinco años y una niña de 11. Prosiguió con el caso del deslave en Matagalpa resaltando que a esas personas les solicitaron resguardarse, pero no quisieron. «Es lo mismo estar asentados en una zona de riesgo. Se les había presentado propuesta de reubicación, pero no la aceptaron (…) Hacemos un trabajo de persuasión hasta donde podemos».
Cuatro víctimas del huracán IOTA en la comunidad la Piñuela en la Conquista, Carazo, eran llevadas hacia el cementerio "el paso la Solera. #Artículo66 #DerechoAInformar Vídeo: Noel Miranda / Artículo 66 pic.twitter.com/5hvvhnrPqt
— Artículo 66 (@Articulo66Nica) November 18, 2020
Tras eso, en una segunda interrupción Murillo preguntó: «¿Hay alguna información nueva? Estoy hablando, por favor» y luego refirió a la tragedia por el derrumbe en el Macizo. Confirmó tres muertos más, con lo cual la cifra oficial de víctimas por el deslave sube a siete. La sancionada vicepresidenta detalló que desde la noche del martes tenían información de esa situación, misma que no dio a conocer.
Después de recálcala que en la zonas afectadas se trabaja por restablecer la energía y la conexión a internet, la segunda al mando confirmó que hay 16 personas fallecidas producto del ciclón y que durante el paso de este fenómeno 160 mil personas fueron enviadas a albergues, a quienes ubicaron en 1,195 centros de refugio y en 2,300 casas solidarias. De ese número, 51,137 continúa en refugios.