Iota, que entró como huracán categoría cuatro a Nicaragua y se degradó a tormenta tropical al mediodía de este martes, ha dejado severas inundaciones, más de 35 municipios incomunicados, casas destruidas y ríos desbordados, un fenómeno climático que antes de tocar tierra lo declararon como «devastador» e inclusive medios locales del departamento de Carazo reportan las dos primeras víctimas del ciclón.
En medio de esa emergencia, Rosario Murillo, vocera gubernamental, en su monólogo de este 17 de noviembre resaltó como tema principal los nacimientos que se han atendido en albergues improvisados en medio del huracán.
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«Stefanny Elizabeth Rivera Bushey, la madre de 27 años, de la niña Algina Elisa Rabath Rivera, del barrio Pedro Joaquín Chamorro. A ella, al papá, a la niñita que llegó a este mundo en medio de la tormenta, de la oscurana, pero trayéndonos claridad», dijo emocionada la vicedictadora de Nicaragua.
«Es una señal de la protección, la bendición que Dios derrama sobre Nicaragua», agregó Murillo, al tiempo que incluyo los otros dos nacimientos que se reportaron en la zona. «Tuvimos también a la hermana Marcela Dublón, de 37 años, ambas madres son de nuestra comunidad originaria miskita, del barrio Jerusalén, 3,200 gramos pesó el niñito varón. Todavía la mamá no ha decidido el nombre del muchachito, vamos a estar pendientes para informarlo. Nos enviaron la foto. ¡Linda foto! del niñito de Marcela que nació anoche (lunes, 16 de noviembre) a las 11:37 de la noche», declaró.


La primera dama insistió en que esos recién nacidos son una «señal de esperanza, confianza en Dios, la vida que brilla, en esta Nicaragua bendita en todas partes. La vida sagrada que cuidamos en todas partes. La vida sagrada que debemos de proteger en todas partes. Hay otro niño que nació, pero como perdimos la comunicación no tenemos todos los datos. Vamos a ofrecerlos más tarde. Tres niños, a lo mejor ya hay otros», autopreguntó.
Más de 48 mil evacuados
Murillo, alabando a su administración, recalcó que «estamos en la primera línea de atención a las familias» y agradeció la voluntad de los comunitarios de no resistirse a evacuar. Después de nombrar el trabajo que por ley debe hacer el Ejército, Bomberos, Policía y demás instituciones, tomando las atribuciones del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), se dedicó a dar el reporte del tiempo y la ruta de Iota. «Se mantendrán las lluvias», mencionó Murillo.
«Tenemos mil familias en Tola albergadas. Ahorita tenemos en el país aproximadamente 48 mil hermanas y hermanos en 569 albergues, contando con 33 mil brigadistas de buena voluntad que atienden la emergencia en todo el país», recalcó. «Ante circunstancias como estas nos crecemos», señaló Murillo, quien no pierde oportunidad para vender a su régimen como el que mejor responde ante las emergencias.
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Advirtió que se pueden presentar algunos deslizamientos en zonas vulnerables. Igualmente, mencionó que dentro de esos albergues también incluyen casas solidarias. La portavoz descartó de momento la pérdida de vidas producto del huracán, descartando que los dos niños que murieron en Carazo.
«El doctor (Guillermo) González nos reportó la incidencia de que unos niñitos, de allá, de la comunidad La Piñuela, en Santa Teresa, que desgraciadamente perdieron la vida en el río La Solera. Un abrazo fortísimo a sus padres Óscar Danilo Umaña y Fátima Rodríguez, a quienes estamos acompañando con respeto, con solidaridad. Tenemos estos reportes todos los días, las personas que se cruzan los ríos, las personas que no esperan a que bajen las corrientes. Los ríos son engañosos, tenemos que cuidar no solo albergándonos sino en los caminos», concluyó.