La periodista Marisol Balladares, reportera de Radio Corporación, quien viajó hasta Puerto Cabezas para entregar donaciones a las víctimas del huracán Eta, está siendo perseguida por haber intentado documentar la situación que están viviendo los damnificados en el Caribe Norte, mientras su camarógrafo Fernando Duván Rivera fue agredido físicamente por un funcionario sandinista mientras trataba de grabar las condiciones de un refugio, según denunció la comunicadora mediante una llamada telefónica con Artículo 66.
De acuerdo con las declaraciones de Balladares, el 8 de noviembre el equipo se movilizó a esa zona en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN), lugar donde impactó el ojo del huracán Eta, con la intención de llevar ayuda humanitaria a los damnificados y a la vez hacer una cobertura periodística sobre lo que están viviendo las familias que se encuentran refugiadas en varios puntos de evacuación habilitados por el Gobierno, sin embargo, desde la misma salida de Managua ha sido objeto de hostigamiento, violaciones a sus derechos y persecución por parte de la Policía y delegados del régimen.
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«En el transcurso del viaje fuimos objeto de retención arbitraria en 145 retenes policiales, en los que hicieron preguntas y revisaron pertenencias y una vez que llegamos al albergue donde están las personas damnificadas se nos prohibió entrar en calidad de periodistas. El responsable del refugio dijo que no había autorización para la entrada de periodistas ni se podía hacer fotos ni videos. Tampoco le permiten a los damnificados hablar con reporteros», expuso la comunicadora.
España destina ayuda por más de 150 mil euros para afectados por huracán Eta. Foto: Gilberto Artola.
Balladares agregó que «el 10 de noviembre logramos que el director del Centro Escolar Ducado de Luxemburgo, donde funciona un refugio, autorizara nuestra entrada para entregar las donaciones que llevamos, pero nos puso la condición que no podíamos grabar imágenes, ni hacer fotos y menos hablar con las personas refugiadas, no se puede hacer periodismo dentro del refugio. Sin embargo, tratamos de documentar con imágenes la difícil situación de los damnificados y al notar que estábamos grabando, el propio director del albergue agredió al camarógrafo e intentó quitarle la cámara». En ese centro escolar se albergan, según cálculos de Balladares, al menos unas 5 familias en cada aula y están ocupadas 50 aulas.
La reportera de Radio Corporación señaló que le notificaron por varias fuentes que el diputado sandinista Arturo Valdés y la delegada sandinista del Ministerio de la Familia Violeta Irías interpusieron una denuncia en su contra ante la Policía para que no la dejen acercarse a los refugios.
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«En los albergues mandan los Comités de Liderazgo Sandinista (CLS) que son los que están recibiendo las ayudas, ellos están administrando políticamente los refugios», señaló, confirmando las denuncias que se han venido haciendo desde hace días de que el Gobierno está politizando la situación de los damnificados y que se está aprovechando de la ayuda para hacer proselitismo político.
La Iniciativa Mesoamericana de Mujeres defensoras de Derechos Humanos hizo eco y lanzó una alerta para llamar la atención sobre el hostigamiento y trabas que están imponiendo a Balladares para impedirle su trabajo de cooperación con los damnificados y como periodista en el trabajo de documentación de la realidad del Caribe Norte después del paso del huracán Eta.
«Estos actos de persecución y acoso buscan limitar la libertad de expresión de la periodista y el derecho a información del pueblo nicaragüense sobre la responsabilidad y la negligente actuación del Estado frente a la emergencia humanitaria provocada por el huracán Eta, y se enmarcan en los constantes ataques que siguen viviendo medios de comunicación, activistas, organizaciones y personas defensoras de defensoras de derechos humanos en el país, y que en los últimos días han estado dirigidos contra quienes brindan ayuda humanitaria a las comunidades y personas damnificadas por el huracán», indica el comunicado emitido por la Iniciativa Mesoamericana.
Y finaliza diciendo que «reiteramos nuestro llamado a la comunidad internacional a seguir de cerca la situación de Nicaragua en esta nueva fase de persecución contra medios de comunicación, organizaciones y personas defensoras de derechos humanos y a exigir el cese de la represión».