El exprisionero político de Juigalpa Lenín Salasblanca, uno de los opositores chontaleños más perseguidos por la Policía de la dictadura de Daniel Ortega, reaccionó airado a los cuestionamientos hechos por el también exreo y dirigente de Masaya Yubrank Suazo, quien la emprendió contra lo líderes territoriales de la Alianza Cívica (AC) que han decidido quedarse en la Coalición Nacional, pese al anuncio de esa organización de separarse para formar otro bloque antisandinista.
Suazo dijo, durante la conferencia de prensa de la Alianza Cívica, que «desde hace unos días hemos tenido a varias personas, o a tres personas de manera muy específica, quienes se han adjudicado la representación nacional de los territorios de nuestra organización. Nosotros en días anteriores tuvimos una reunión con los dirigentes territoriales, en la cual se les desconoció y no se les dio ningún mandato para que hablaran a favor o en nombre de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia».
El chontaleño Salasblanca fue más directo: «Qué me importa que no nos reconozca Yubrank, que nos reconozca el pueblo es lo importante», escribió Lenín Salasblanda en su cuenta de Facebook.

Más temprano, Salasblanca publicó un video en el que cuestionó a «las cúpulas y empresarios» de la Alianza Cívica, de quien dijo no extrañarse que se distanciaran de la Coalición Nacional y se lanzaran a crear un nuevo bloque opositor que podría partir a la oposición. «Siempre le han dado la espalda al pueblo», fustigó el exprisionero, quien con frecuencia es perseguido, asediado y amenazado por policías y paramilitares de Juigalpa.
«Actuar como adversarios los unos de los otros es contrario a la naturaleza, si decimos llamar a la unidad, uniéndonos es que daremos ejemplo», insistió Salasblanca.
Tras el anuncio de la Alianza Cívica de separarse de la Coalición Nacional, el también dirigente territorial opositor Armando Herrera, exdiputado liberal por el departamento de Madriz, dijo que el 94 por ciento de las bases de la Alianza habrían exigido al pleno de esa organización que se quedaran en la Coalición Nacional para enfrentar unidos a la dictadura de Daniel Ortega, en un eventual proceso electoral.
Herrera calificó a los líderes de la Alianza, conformada mayoritariamente por empresarios y cuatro grupos estudiantiles, de «divisionistas», al tiempo que advirtió que los dirigentes territoriales se quedarán en la Coalición y se seguirán llamando Alianza Cívica.
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En horas tempranas de este lunes se supo que la decisión de abandonar la Coalición fue votada por 15 miembros, y al menos seis delegados pujaron por quedarse dentro de la organización que aglutina a cuatro partidos, al Movimiento Campesino, a la Unidad Nacional Azul y Blanco y a un bloque juvenil y estudiantil que también participó en la rebelión de abril de 2018.
Entre los dirigentes que habrían votado por quedarse en la CN se cuentan al coordinador nacional Carlos Tünermmann, la abogada y dirigente del movimiento de mujeres Azahalea Solís, a los académicos Ernesto Medina y José Idiáquez, a la doctora María Eugenia Alonso (de León) y al delegado de la Unidad Médica Nicaragüense.