«Aquí vengo a dar la cara, aquí nadie dijo miedo. No tengo miedo», declaró firmemente la directora del Movimiento María Elena Cuadra, Sandra Ramos, al presentarse a las oficinas de la organización, luego que este viernes, 25 de septiembre, efectivos policiales del régimen de Daniel Ortega impidieran la entrada a las trabajadoras y dejaran bajo llave al guarda de seguridad de la organización.
«Yo soy Sandra Ramos ¿Quién es el jefe? Quiero saber por qué están aquí, por qué no han dejado entrar al personal», fueron las primeras palabras de la defensora al enfrentarse a los oficiales, minutos antes de que los oficiales se fueran del lugar sin dar mayor explicación.
Ramos aseveró que no ha recibido amenazas directas, ni ha sido notificada sobre ninguna orden en su contra, además descartó que el acto responda a la persecución fiscal que el régimen está aplicando en contra de opositores; por lo que supone, se trate de un acto de intimidación a las puertas de la Ley de Regulación de Agentes Extranjeros, que desea reprimir a los Organismos No Gubernamentales.
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«Este zarpazo a la Institución me parece que quieren aplicar la famosa ley (iniciativa de Ley de Regulación de Agentes Extranjeros) y no sé por qué. El MEC (María Elena Cuadra) es transparente, todos los años le rinde cuentas a (Ministerio de) Gobernación; que Gobernación no quiere al MEC son otros cien pesos (…) Están abusando del derecho a la libertad de organización, del derecho al trabajo y del derecho de defender derechos», declaró Ramos.
Indicó que anteriormente, le informaron que el régimen se encontraba «buscándola», a lo que respondió con ironía, dado que la dirección de su casa y de su trabajo es de conocimiento público.

La activista también integrante de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) se hizo acompañar de trabajadoras de la organización y defensores de derechos humanos, quienes se declararon «sorprendidos» por el nivel de arbitrariedad del régimen de Ortega y Rosario Murillo.
«Ni siquiera esperaron la aprobación de la ley y ya están cerrando organizaciones no gubernamentales que defienden derechos de las mujeres. Estamos sorprendidos ante semejante abuso. Este no es el procedimiento que manda la Ley (…) Los policías no tienen facultades», señaló Pablo Cuevas, asesor legal de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH).
«Están actuando de manera ilegal. No sabemos si existe algún tipo de mandamiento a través de un judicial. No existe ningún tipo de orden de captura, allanamiento. Tiene que mostrárselas a las personas interesadas cuáles son los documentos que soportan la acción. No es simplemente un asedio, es una intervención completamente ilegal» indicó Karla Sequeira, directora de asesoría legal de la CPDH.
«Aquí non nos van a intimidar. Nos enoja, nos indigna, pero hay que seguir para adelante (…) El Movimiento MEC estaba preparado para esta situación. Venimos basados en nuestro derechos constitucionales, no hay información de Gobernación, ni la Policía nos ha buscado», declaró Ramos.

«Yo soy la Sandra Ramos, soy la representante legal y si es conmigo que me lleven, Nosotras siempre hemos estado listas a cualquier zarpazo, que se encachimben con las mujeres obreras. Todos (los gobiernos) han vivido encachimbados con el MEC porque todos se alían con la clase alta y cuando nosotras peleamos por lo pobretones, se arrechan, y lo vamos a seguir haciendo», fueron parte de las palabras.
«(Es una) estúpida arbitrariedad, son los cabezas locas, cabezas calientes, que están haciendo que la gente se le voltee (a Ortega) (…) Aquí no hay miedo, pues que me lleven, ¿Qué le voy hacer yo? Yo no tengo ningún miedo, los conozco (a los sandinistas) estuve adentro y sé lo que son. No tengo miedo», reiteró la defensora de las trabajadoras y desempleadas, agregando que en 1993 también giraron orden de captura en su contra y había tenido desavenencias con la Central Sandinista de Trabajadores (CST).
Defendió que las instalaciones no son de mayor importancia para las miembros de la organización, dado que «el MEC somos nosotras, somos las mujeres pobres de este país. Estas instalaciones no son derechos humanos, somos personas». «Que se queden, se las regalamos, se las donamos», dijo Ramos, al reseñar que el mismo diputado sandinista Edwin Castro, cuando era gerente de una empresa en Ciudad Sandino, les donó hace años, material de construcción.
Minutos después, los efectivos policiales se retiraron del lugar sin brindar explicación, y las trabajadoras lograron abrir las puertas de la oficina, donde se encontraba enllavado el trabajador de seguridad Francisco Javier Chavarría.
Ramos aseguró que la arbitrariedad fue informada ante los instrumentos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH).
«¿Quiénes son esos locos que se ponen a asesorar (al régimen)? Es un hp (hijueputa) loco ese que se pone a asesorar», manifestó.
Así debemos actuar todos los nicaragüenses ante los atropellos de los guardias orteguistas, cómo actuó sandra Ramos y cómo actua el joven Lenín salasblanca, gritarles sus verdades a esos perros abusivos delincuentes como su jefe mayor el violador moclin de ortega.