En su discurso del 15 de septiembre, Daniel Ortega vociferó contra los opositores, a quienes llamó cobardes, traidores y víboras. El mandatario advirtió que ya no habrá más perdón y amenazó con penalizar con cadena perpetua.
La supuesta valentía del mandatario fue cuestionada por opositores y analistas, quienes se burlaron del dictador, a quien señalan de cobarde por mantenerse resguardado en su búnker de El Carmen y no dar un paso sin la decenas de escoltas, paramilitares y carros blindados.
El brasileño Paulo Abrão no continuará en el cargo de secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, tras las presiones del secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien negó renovarlo en el puesto alegando una serie de denuncias en su contra, lo que desató una crisis entre ambos organismos.


Mediante un comunicado, la CIDH anunció su decisión de llamar a concurso para seleccionar a la persona que ocupará el cargo de titular de la Secretaría Ejecutiva del organismo.
Tras conocerse esta convocatoria, Abrão se despidió del cargo por medio una carta pública en la que expone su rechazo a las denuncias en su contra, revela aparentes extralimitaciones de la Secretaría General de la OEA y aprovecha para expresar un especial cariño hacia Nicaragua, país en el que estuvo en 2018 en una gira de trabajo en el contexto de la crisis sociopolítica.
El exsecretario de la CIDH trajo a colación la serie de violaciones a los derechos humanos que cometió la dictadura de Daniel Ortega y que fueron parte del informe que presentó ese organismo a nivel internacional.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, criticó enfáticamente que alguien que esté siendo acusado por cometer crímenes de lesa humanidad organice un proceso electoral que pueda ser creíble.
«Es absurdo pensar que los criminales de lesa humanidad que reprimen y eliminan oposición y disidencia puedan organizar elecciones libres y justas», dice el funcionario regional en su comunicado para referirse a la situación de violencia que atraviesa Venezuela.


Almagro se ampara en el informe del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, que el 16 de septiembre señaló a Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, como violador de los derechos humanos de los ciudadanos de ese país y de cometer crímenes de lesa humanidad. La ONU tomó en cuenta el trabajo investigativo que realizó el Grupo de Experto Independientes de la OEA.
Monseñor Pablo Schmitz, obispo de la Diócesis de Bluefields, calificó de perverso y bestial los femicidios cometidos en contra de dos niñas de Mulukukú, en la Costa Caribe Norte, por los cuales se responsabiliza al sujeto identificado como Rosario Soza Centeno.
El religioso tildó de insensible, incapaz e ineficiente a la Policía orteguista, ya que la madre de las menores en dos ocasiones interpuso denuncia por abuso a una de sus hijas, pero «no fue tomada en serio», lo que el religioso reprochó aduciendo que las autoridades banalizan este tipo de casos, en especial, en las zonas rurales de Nicaragua.


Grupos orteguistas asediaron y atacaron a pedradas la casa del exreo político y líder universitario Bayron Corea Estrada, en la ciudad de León, donde únicamente habitan la madre y la abuela del joven opositor.
Según el líder del Movimiento 19 de Abril, el acecho contra opositores se intensificó a raíz de las protestas realizadas hace una semana, con las que llenaron de papeletas la mayor parte de municipios del país con la imagen de Daniel Ortega, lo que los grupos que se oponen al régimen denominaron «Operación preso 198».