El Monitoreo Azul Y blanco reportó entre el siete y 13 de septiembre 231 incidencias de violaciones a los derechos humanos, en el que incluye los dos femicidios de dos niñas de Mulukukú, el 11 del mimo mes, a manos de un delincuente que ya fue detenido por la Policía.
En cuanto al hostigamiento policial, registra que 141 personas fueron blanco de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. También ubica 12 agresiones, 32 detenciones arbitrarias, tres judicializaciones, siete torturas y tratos crueles y tres amenazas.
Represión cíclica
En el informe se detalla que la represión ejercida por la dictadura en los últimos meses ha sido cíclica y además mal intencionada en contra de opositores «para ocultar esta política sistemática de represión, que se intensifica cuando hay fechas conmemorativas, como el caso de los días patrios. Como estrategia inhibitoria de la movilización y organización social, el régimen intensifica su asedio en los días previos a fechas conmemorativas. Por eso vimos patrullas asediando directamente las casas de opositores, con el objetivo de fungir temor a la población principalmente a los líderes territoriales, porque el acoso constante se da en los departamentos», agregaron los miembros del Monitoreo AyB.
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Otro señalamiento fue el asedio acompañado por allanamientos ilegales, tal es el caso del departamento de León, donde el comisionado Fidel Domínguez, director de la delegación policial de esa ciudad ha ejecutado invasiones a propiedades privadas sin ninguna orden judicial. «El objetivo del régimen es amedrentar a todos los opositores, utilizando tácticas de torturas psicológicas para hacerlos callar».
«También estamos viendo la puerta giratoria, que consiste en un a política sistemática de detenciones, las que son proporcionales a la cantidad de personas liberadas, es por eso que vemos al régimen que echa preso pero también libera, para así amedrentar e intimidar a la población», agregaron los integrantes del Monitoreo.
Represalias por protestar
Juan Sebastián Chamorro, director ejecutivo de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, dijo a Artículo 66 que las acciones del régimen en contra de la oposición en Nicaragua se deben a represalias debido a las protestas sociales que recientemente esta organización opositora realizó en varios puntos del país. «La operación preso 198 que fue un rotundo éxito y que al régimen lo tomó por sorpresa, hizo que se activara todo el sistema de vigilancia del que estaba un poco adormecido. Tenemos entendido que esa manifestación de repudio le afectó bastante (a la dictadura).
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En cuanto la propuesta de la dictadura para que se instaure la sentencia de cadena perpetua en contra de personas que cometan delitos de «odio», Chamorro expresó que «el régimen está utilizando el abominable y repudiable acto criminal de las dos niñas de Mulukukú para acusar a los opositores de crímenes de odio, solo por utilizar su derecho a la protesta».

Chamorro agregó que Daniel Ortega en su discurso político dado en la conmemoración del 199 aniversario del Día de la Independencia no «pudo ocultar dentro de su malestar y su frustración su evidente repudio en contra el pueblo opositor de Nicaragua. Fue evidente que estas amenazas de cadena perpetua era en contra de nosotros».
«Para que se instaure cadena perpetua en Nicaragua se necesita reformar la Constitución, es por eso que hacemos un llamado que hay que estar atento ante esta maniobra, porque de ser así se va estar violando y cercenando los derechos de las personas, lo cual es típico de la dictadura. Ortega fue bien cuidadoso en decir que se iba hacer un reforzamiento al sistema judicial, pero esa es gran mentira, porque sabe que no es con reforzamiento que se cambia lo que establece la constitución, pero estoy seguro que lo pueden hacer, lo cual vendría a violentar los derechos de los nicaragüenses», concluyó Chamorro.