Aunque el anuncio de la dictadudura de Daniel Ortega y Rosario Murillo de reformar las leyes y la Constitución para aplicar la ley de cadena perpetua en Nicaragua, surgió después de una violación y asesinato contra dos niñas de una comunidad de Mulukukú, en el Caribe Norte del país, este 15 de septiembre, durante el acto oficial por el 199 aniversario de la independencia de Centroamérica, el tirano destapó su verdadero propósito.
Ortega arengó con furia durante 38 minutos contra la oposición nicaragüense, a quienes acusó de ser crimenales, asesinos, cobardes, vendepatrias y toruturadores, y al referirse al caso que ha usado como pretexto para reformar las sanción penal, a penas dijo que «hay que fortalecer el sistema de justicia del país» para castigar «crímenes mayores como estos que se han cometido contra estas niñas allá en el norte de nuestro país», sin siquiera hacer mención del caso en específico.
En cambio, durante toda su diatriba dejó claro que la verdadera pretensión es usar la nueva ley como una bayoneta contra quienes se le opongan.
«Y estamos librando otra gran batalla, otra gran batalla (repite) que pasó por un momento de guerra, destrucción, de muerte, de prácticas terroristas, que no podemos olvidar, no podemos olvidar, no podemos olvidar cómo quemaban, cómo torturaban y como quemaban en abril, mayo, junio de 2018, cómo desaparecían a nuestros hermanos y los martirizaban y los torturaban. Cómo asesinaban trabajadores, cómo asesinaban mujeres, estudiantes, ellos los asesinos, que por mucho que lo quieran ocultar, ellos mismos se encargaron de presentarse como lo que son, como asesinos, porque ellos se encargaron de filmar los momentos en que torturaban a nuestros hermanos, cuando secuestraban a un policía también y lo torturaban, y luego le pegaban fuego. ¡Cuántos muertos, cuántos asesinados!», adelantó Ortega lo que al parecer será la justificación y preámbulo de su nueva ley.
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«Y la destrucción de escuelas, y la destrucción de puestos de salud, y la destrucción… y la destrucción de viviendas, y la destrucción de medios de comunicación. Ellos, así como (William) Walker había incendiado Granada, querían incendiar Nicaragua», remachó el jefe de la dinastía sandinista, quien lanzó a un escuadrón de paramilitares y policías a asesinar a opositores en caravanas de camionetas Hilux y portando fusilería de guerra, durante la llamada «Operación Limpieza» del 2018.

Mientras Ortega arengaba, en el fondo se oía murmurar a la primera dama Rosario Murillo: «Asesinos». La vocera gubernamental se caracteriza por usar un lenguaje de odio desde que el país entero se le sublevó y le descompuso el paraíso que pretendía vender al mundo.
Ortega continúa su andanada de ataques. «E incendiaron estos asesinos, incendiaron escuelas, puestos de salud, medios de comunicación, los incendiaron, sí. Cobardes, asesinos, que quieren repetir la historia, y se sienten poderosos porque, bueno, siempre tienen digamos el… tienen el espíritu de servidumbre frente al yanqui y se sienten orgullosos cuando van allá y se reúnen con el yanqui y le piden que le apliquen a Nicaragua sanciones, como llaman, que no son más que agresiones, y se toman la foto y se sienten orgullosos, y viene el yanqui que se ha convertido, como lo ha sido siempre, en una amenaza para la humanidad entera, y les dice que sí, que busquen cómo unirse, dicen, busquen cómo unirse para derrocar en las elecciones, las elecciones de 1821 , noviembre de 1821 (confunde con 2021), derrocar al gobierno sandinista»
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La amenaza más abierta, Ortega la lanzó, incluso recurriendo a descalificaciones macabras, e insistiendo con la palabra «odio» repetida en nueve ocasiones para justificar la definición que ya había adelantado el lunes su esposa, en la primera ocasión que habló de la reforma a la ley penal, donde dijo que sería para castigar los «crímenes de odio».
«Y otros de ellos quieren ya seguir cometiendo asesinatos, colocar bombas, provocar destrucción, más destrucción de la que provocaron ya en abril del 2018 (…) o sea, no tienen alma, no tienen corazón, no son nicaragüenses, son hijos del demonio, son hijos del diablo y están llenos de odio, cargados de odio, están. Están cargados de odio, resumen odio, eso es lo que resumen, odio, odio, odio nada más. Son criminales, cobardes y se sienten intocables porque se les dio una amnistía, fíjense bien. Bueno, ya se les dio la oportunidad, una amnistía, pero ya no habrá otra amnistía, el pueblo pedirá cuentas, el pueblo pedirá cuentas y pide cuentas en el marco de las leyes, en el marco de las regulaciones que tiene el Estado nicaragüense, y para eso están las leyes, para castigar, para sancionar, no por lo que digan, sino por lo que hacen y hacerle daño a una familia, asesinar a una familia como han asesinado a familias, eso es imperdonable, no hay indulto, no hay amnistía que valga y más bien como hemos anunciado hay que fortalecer al sistema judicial y hay que instalar penas mayores para crimenes de odio, para crímenes mayores como estos que se han cometido contra estas niñas allá en el norte de nuestro país. Y los crímenes de odio están siendo sancionados en todas partes ahora, y aquí no vamos a ser la excepción», sentenció el tirano, señalado por la Comisión Intermaricana de Derechos Humanos de cometer crímenes de lesa humanidad contra los nicaragüenses.
Pena de muerte no, solo porque hay compromiso internacional
La amenaza de Ortega llegó hasta dejar ver su deseo de instaurar la pena capital, una medida, que según dijo, solo no la aprueba porque su gobierno tiene un compromiso internacional. «… Habría que aplicarles la pena de muerte a estos criminales, (sin embargo) nosotros tenemos un compromiso, somos parte de un convenio internacional a no aplicar la pena de muerte en Nicaragua, pero no estamos comprometidos a no aplicar cadena perpetua para los criminales, y que el pueblo pueda seguir, las familias puedan seguir trabajando en paz, en seguridad… ir recuperando la economía que les fue arrebatada la estabilidad económica, el crecimiento económico a este pueblo por los vendepatria, terroristas, criminales, cobardes, asesinos. ¡Eso no volverá a suceder! ¡Eso no volverá a suceder!».
«No voy a olvidar esos ojos»
Como para no dejar lugar a dudas, después del discurso de Ortega, en su acostumbrado monólogo televisivo, Rosario Murillo, desde la retaguardia de la tarima principal, volvió a emprenderla contra los «puchos insignificantes» y «chingastes», como llama la vocera gubnermental a los opositores.

«No voy a olvidar los ojos de los criminales cuando creían que ya estaban ahí… ya creían que habían llegado (al gobierno), que podían disponerse nuevamente a robar, a asaltar, a profanar, porque eso es lo que son, profanadores de los derechos del pueblo. No voy a olvidar esos ojos mentirosos, esos ojos que no conocen el cariño, ni el respeto, por supuesto. No voy a olvidar nunca la miseria humana que uno vio, la mezquindad que uno vio, que conoció… Y yo decía, cuando veía esos ojos malignos, sabía que Dios no iba a permitir que esa maldad, esa perversión, esa perversidad imperara en un país con un pueblo bueno, como el pueblo nicaragüense».
Da asco escuchar o leer las estupideces que este viejo imbecil pregona sigue creyendo que Nicaragua es su finca y la población sus peones, se jodieron pareja de asesinos no traten de cambiar la historia la población no tenía armas para Abril del 2018 quien atacó a estudiantes y población fue el ejército con sus paramilitares armados y a pertrechados con municiones armas de guerra con la policía ambos Fuerzas Armadas leales al dictador estos Cometieron crímenes de LESA HUMANIDAD y hoy no pueden ni podrán negarlo hay suficiente evidencias en poder de la población y de la comunidad internacional así mismos OEA y la ONU y otros organismos defensores de Derechos Humanos. De que se van se van asesinos Ortega y Murillo y su pandilla.
Mafiosos y Gánsteres que convirtieron el gobierno en un cártel internacional. El Chapo Guzmán y Pablo Escobar les quedan chiquito a estos mafiosos, delincuentes.
Un discurso de un tirano , vende patria, experto en voltear la Historia y asesorando, encarcelando y torturando a gente indefensa para mantenerse en el Poder
El miedo se apoderó de nuestro País , por eso está Rata basura de la Historia se mantiene en el poder
Una bestia acorralada es aún más peligrosa, el dictadorzuelo y su pegoste sienten que sus días en el poder que han usurpado está llegando a su final.
Su diatriba virulenta y llena de odio queriendo intimidarnos lo que hace es revivir el Espíritu de Abril, porque la sangre de nuestros jóvenes Nicaragüenses sigue reclamando JUSTICIA y mientras este derecho elemental de las sociedades no se de, en vano serán reformas a las leyes las que sin lugar a duda se aplicarán a los opositores a esta dictadura CRUEL Y ASECINA.
Nos queda como reto consolidar de una vez por todas la UNIDAD y los que actualmente dirigen cada organización opositora al régimen, antepongan sus intereses personales y pongan en PRIMER LUGAR el amor a la PATRIA que somos en su inmensa mayoría de AZUL Y BLANCO.
El Discurso del ASECINO Ortega es un discurso de Odio… Un Diacurso pobre y vacío que lo que quiere es Asustar e intimidar a quienes no tienen miedo de enfrentarlos….es la hora de dejar al Regien asecino SOLO Diputados Sancudos… Es hora de que renuncien a sus escaños en la asamblea y no se sigan prestando, a la aprobacion de leyes falsas que el Tirano y su HECHICERA quieren usar para aterrorizar a este pueblo que desperto como GIGANTE en Abril 18 lleno de valentia y las ha gritado y les Sigue Gritando De que se VAN…SE VAN….
Ortega un Asesino, violador, delincuente., todas sus palabras son la descripción de el. No le alcanzará la vida para pagar una condena donde se pueda recobrar todo lo que le ha robado, humillado y pisoteado al pueblo Nicaraguense. #NicaraguaSeraLibre
Aquí el primer moclin hputa es Daniel Ortega así que seguirán las violaciones de niñas hasta que no se vaya el hijo de puta eso exigimos en Nicaragua
Es un hecho que tenemos que unirnos para sacar a la pareja de narcogobernantes de este país, todos los países internacionales saben cono se han lucrado en todos estos años de gobierno; la fortuna que han amasado ellos y toda la familia de los Ortega Murillo. Es tiempo de seguir luchando para sacarlos y para ellos tenemos que unirnos y defender el voto del pueblo para que no nos roben las elecciones como lo han venido haciendo en el pasado; tenemos que ganar con una inmensa mayoría para poder hacer justicias por todos los caídos y no solo los de Abril sino también por los muertos y desaparecidos en todo los 40 años de desgobierno de este dictador. Unidos podemos, el pueblo es el soberano y solo el pueblo salva al pueblo.