El padre Harving Padilla, párroco de la Iglesia San Juan Bautista de Masaya, condenó los recientes actos de profanación y asedio a templos religiosos, que fueron cometidos entre la última semana de julio y los primeros días de agosto, siendo el más notorio el atentado a la capilla de la Sangre de Cristo en la Catedral de Managua, hecho que la misma Iglesia católica ha calificado como “un acto terrorista”.
El sacerdote también informó del asedio la noche del domingo, dos de agosto a la Iglesia San Juan Bautista y considera como un “acto cobarde” el actuar de la Policía y turbas orteguistas. “Fueron más de 20 policías, paramilitares y antimotines. Me pregunto cuál sería la causa de su presencia en la iglesia”. Según el cura, en estos últimos días ha incrementado la presencia de fuerzas de choque en la parroquia que él dirige. El asedio denuncia que ha llegado hasta que le tomen fotos a él. “La verdad siempre seguimos en oración, porque las amenazas y asedios no han terminado”, insiste.
Medidas de seguridad
Ante los recientes actos de profanación, el padre Padilla dijo por vía telefónica a Artículo 66 que por el momento se mantienen cerradas las puertas de la parroquia con el fin de prevenir más robos y profanaciones. “Las imágenes y el Santísimo están resguardados en otros lugares, al igual las imágenes que están en las capillas que atiendo las tuvimos que mover de lugar”.
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“Temo por todos mis hermanos sacerdotes, religiosos y pueblo de Dios que somos víctimas de esta dictadura demoníaca. Creo que estos ataques continuarán y se arreciarán; el demonio anda suelto y tomó más fuerza desde el 19 de julio del corriente año. Pero nada nos podrá separar del amor de Dios. La cruz sigue en pie, como signo de esperanza y fe. Oro por estas personas que cometen estos actos para que encuentren el camino de la luz de Cristo”, expresó el párroco.
Afectado de salud
El padre Harving Padilla también se refirió a su reciente estado de salud, luego que presentara afectaciones de hipertensión, cansancio y estrés. “He estado bastante afectado de salud, pero como Cristo, abrazo lo más hermoso que me ha dado, su cruz gloriosa. Gracias a Dios me estoy recuperando y con ánimo de seguir trabajando en el Ministerio de Cristo”.

No es la primera vez que la Policía del régimen y paramilitares asedian este templo religioso y a su párroco Harving Padilla , en julio de 2018, simpatizantes orteguistas, entre ellos docentes de colegios públicos, llegaron acuerpados con agentes policiales y trataron de entrar a la iglesia. Posterior, el 21 de noviembre de 2019, otra turba portátil de Daniel Ortega intentó nuevamente profanar esa iglesia cuando el párroco Harving Padilla se disponía a celebrar una misa y luego salir en procesión a la Iglesia San Miguel Arcángel de Masaya, que en ese momento estaba cercada por oficiales. Todos estos actos han sido condenados por los máximos jerarcas de la Iglesia que han llamado a incrementar medidas de vigilancia para evitar más profanaciones.