En medio de la difícil situación del coronavirus en el país, el Ministerio de Salud (Minsa) a través de los directores de los hospitales públicos han emprendido una oleada de despidos injustificados en contra de doctores nicaragüenses.
El médico internista Enrique Vidal López Arbizú, encargado de la sala de COVID-19 del Hospital Victoria Motta de Jinotega, recibió su carta de finalización de contrato, este domingo, 28 de junio, de 2020.
La carta de despido la firmó el director del centro hospitalario de esa localidad, doctor José Luis Reyes Largaespada, y en ella dice que «a través de la correspondiente se le comunica que estamos dando por terminada la relación laboral como internista del hospital Victoria Motta».
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Más adelante, en la misiva se “explica” las razones del despido y señala que «se toma la decisión ya que se evalúo en su período de prueba establecido en su contrato laboral y no cumplió con las obligaciones y responsabilidades asignadas».
En la carta, el especialista despedido expone que acepta la finalización de la relación laboral y rechaza los señalamientos por parte de la dirección del hospital.

Desde inicios de junio de 2020 y en medio de la fase de transmisión comunitaria por el COVID-19, el régimen de Daniel Ortega a través del Minsa emprendió una barrida de despidos a médicos que demandaron equipos de protección para el personal de Salud que está en la primera fila del combate contra el virus.
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El 11 de junio, al menos cinco médicos nicaragüenses en representación de 14 galenos recientemente despedidos injustamente por el Minsa, institución al servicio del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, denunciaron ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), las graves violaciones a las que está expuesto todo el personal de Salud que labora en hospitales públicos de Nicaragua, ante la negligencia de la administración orteguista frente a la pandemia del COVID-19. Hasta ese momento, los médicos despedidos estaban ubicados en los departamentos de Managua, Estelí y Granada.
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El 20 de junio, fuentes médicas del Sistema Local de Atención Integral en Salud, Silais-Jinotega, confirmaron a Artículo 66, que en el Hospital Victoria Motta de esta localidad hay 10 pacientes intubados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y más de 50 personas «en alerta ventilatoria», es decir, que si su condición de salud se agrava podrían requerir de un ventilador. Los informantes también detallaron que un médico internista fue trasladado en condición grave a un hospital de Managua.
Los galenos denuncian que por el secretismo que mantiene el Ministerio de Salud (Minsa), en este departamento, no todos los médicos manejan con exactitud la edad, y el sexo de los infectados y fallecidos por coronavirus. Las fuentes consultadas informaron que del miércoles 17 al viernes 19 de junio se contabilizaron alrededor de 20 personas fallecidas en la ciudad de Jinotega, los cuales fueron enterrados inmediatamente, sin la presencia de familiares y bajo el diagnóstico de «neumonía».
Es una grosería; despedir a un médico que ha estado atendiendo a la población enferma en lugar de brindarle soporte y estímulo por cumplír con su labor. El Señor Jesús recompense la labor del personal de salud que ha sido generoso y que se exponen en cumplimiento de su deber humano.
Es un crimen dejar a los pacientes sin este medico que esta atendiendo esta pandemia