1. Dos años después, la parte combativa de los ciudadanos durante la rebelión de abril 2018 ha desaparecido y ha sido sustituido en la dirección política de la lucha por los representantes políticos del gran capital y los partidos tradicionales.
Alvarito Conrado, el estudiante de 15 años que fue a repartir agua un 20 de abril de 2018 como gesto de solidaridad con los universitarios que protestaban contra el régimen, cumplió tres años de su asesinato. Su familia exige verdad, reparación, justicia y castigo para los que ordenaron disparar en contra del adolescente y para quienes le negaron la atención en salud.

2. El desplazamiento del péndulo político desde “que se vayan” hacia “elecciones con o sin reformas”, es calibrado por el régimen para adoptar posiciones más intransigentes, al mismo tiempo que busca como amarrar la “salida al suave” con los viejos y nuevos representantes de la oposición utilitaria o funcional.
Noticia relacionada: Nicaragua: el escenario macroeconómico probable
3. La lucha contra la dictadura ha sido y debe seguir siendo la batalla por la defensa a ultranza de los derechos humanos, la justicia social, la igualdad, la libertad de expresión y la democracia. La economía tiene que estar al servicio de los derechos humanos.