El organismo internacional Human Rights Watch (HRW) reaccionó a los despidos masivos que realizó la dictadura de Daniel Ortegala contra médicos que criticaron el mal manejo de la pandemia de la COVID-19 y exige que estos profesionales de la salud sean reincorporados a sus puestos de trabajo y compensado su salario perdido por la medida represiva.
Entre el seis y nueve de junio la dictadura de Daniel Ortega, a través de una carta, prescindió de los servicios de al menos 15 médicos, especializados en diferentes áreas. El Minsa los despidió sin brindar una justificación o motivo de la medida y «sin observar los procedimientos legales para despedir a trabajadores del sector público». Los profesionales son abiertamente críticos de la administración orteguista.
«En junio, HRW entrevistó telefónicamente a cinco de los médicos despedidos y a otro que había renunciado, incluyendo una internista, un cirujano general, una otorrinolaringóloga, una anestesióloga y un médico infectólogo. Todos se desempeñaban en el sistema de salud pública y habían firmado la carta del 18 de mayo que instaba al gobierno a actuar con rapidez para detener la propagación del virus», sostiene el organismo.
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La medida de la dictadura se da en represalia luego que más de 700 médicos firmaran una carta donde demandaban al Gobierno de Nicaragua adoptar medidas estrictas de prevenció ante exponencial aumento del virus en los últimos meses. Los galenos han exigido extender en los hospitales privados la realización rápida de detección del virus, que hasta la fecha el régimen no da cuentas.
«El gobierno de Ortega ha respondido a la pandemia con negacionismo, inacción y secretismo, contradiciendo las recomendaciones de los expertos en salud globales y locales, en un primer momento el gobierno fomentó los eventos multitudinarios y hasta la fecha no ha dispuesto el cierre de escuelas ni medidas de confinamiento, así como tampoco requisitos de distanciamiento social», criticó HRW.
Secretismo estatal por pandemia
El director para las Américas Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, asegura que el dictador Daniel Ortega, a través del Minsa, mantiene control absoluto de la evolución de la pandemia en Nicaragua. Y respalda estas declaraciones con los cuatro testimonios de los médicos que se pusieron en contacto con el organsismo.
Primero la dictadura optó por el negacionismo y la demagogia. Hoy, Ortega-Murillo esconde cifras de contagios y muertos por Covid, y persigue y despide a los médicos que denuncian el desastre que está dejando el virus en Nicaragua. Nuestro informe? https://t.co/FuLtcmwbV5
— José Miguel Vivanco (@JMVivancoHRW) June 23, 2020
«Ortega busca intimidar y castigar a profesionales de la salud por intentar proteger la salud de los nicaragüenses y por ejercer su derecho fundamental a la libertad de expresión. El gobierno pasó de negar la pandemia a intentar ocultar de manera deliberada las consecuencias de su vergonzosa falta de respuesta frente al virus. Despedir arbitrariamente a profesionales de la salud en un contexto de pandemia solo incrementa la posibilidad de que ocurra un desastre», refutó Vivanco.
A través de una denuncia a un organismo nacional, los médicos despedidos aseguraron que hay una orden ministerial de no poner COVID-19 en ningún diagnóstico aunque tengan la prueba positiva de COVID-19, misma que ordena se les ponga neumonía atípica», aseguraron los profesionales.
Cuando esté desgobierno atenderá las denuncias de los organismos internacionales?