1. Hoy estamos viviendo un fenómeno nacional inédito, no porque no haya habido pandemias en otros momentos –todavía está fresca la memoria el dengue o el sida–, sino porque la del coronavirus mezcla tres factores: es una enfermedad de contagio fácil y veloz, que se está dando en un momento en que la recesión ha entrado ya en una fase madura, y en un tiempo en que el país está siendo gobernado por un régimen dictatorial que se mantiene en el poder apoyado en una represión generalizada de la sociedad. A esos tres factores hay que agregar otro, menos protagónico, pero que está también rondando en el trasfondo, el tema de cambio climático y el despale de los bosques por el negocio de la madera.
2. La crisis del coronavirus ha contagiado la economía nicaragüense. También ha infectado el debate y la batalla política, y ahora se supone que la evolución de esta epidemia, su impacto social y económico y el mal manejo de todo este desastre por el régimen Ortega-Murillo podría ser un nuevo factor en la crisis sociopolítica. Pareciera que el régimen está esperando que se complique para solicitar dinero a los organismos financieros internacionales. Estamos viviendo la versión politizada del coronavirus.
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3. Hay que revisar los pronósticos de la economía nacional para el 2020 de menos 1.2 por ciento a una contracción de menos 3.6 por ciento, pues el coronavirus va a acentuar la recesión que enfrenta. Tenemos que ser conscientes del posible frenazo de la economía. Hay que modificar el pronóstico inicial, al tomar en cuenta la caída en la producción industrial, pero también el sector servicios, la construcción y la inversión extranjera directa, así como una baja en el consumo y en la confianza empresarial.
4. El cierre de las fronteras de Costa Rica y Honduras ahoga la normalidad del comercio regional, lo cual tendrá consecuencias para las actividades agrícolas, industriales, comerciales, turismo y en el abastecimiento de productos.
5. También hay que tomar en cuenta la contracción del PIB mundial, dadas las medidas que se han tomado tanto en Europa como en Estados Unidos, en un intento por frenar la expansión de la pandemia del coronavirus. Igualmente, el posible cierre parcial o total de las zonas francas impactará negativamente la economía nacional. Es decir, los efectos del coronavirus va a profundizar la crisis económica, la cual lleva 8 trimestres en recesión e incluso agravaría la situación del turismo y de los hoteles.
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6. Usualmente los inversionistas son muy cautelosos en las decisiones de inversión, aplicando un perfil de riesgo más prudente, sin perder de vista que mientras continúe la incertidumbre del momento será muy complicado que las inversiones se hagan.
7. El miedo no es buen consejero para comprar. Comerciantes minoristas, los cuales están en el tramo final de la cadena de abasto, dijeron que las compras de miedo de alimentos y otros productos, como los de limpieza, no son la respuesta adecuada a la situación desencadenada por la emergencia sanitaria. Se han reportado un incremento de las ventas de gel antibacterial, cloro, desinfectantes de pisos y muebles, jabón, papel de baño y toallas de papel.
8. Hay acaparadores que ven la oportunidad para hacerse de productos y al no haber existencias suficientes se dan los aumentos injustificados de precios. La gente recurre a ese tipo de prácticas al sentir miedo y desconfianza sobre la información de lo que ocurre en realidad. Limitar la información no hace sino agravar la situación.
9. El 80 por ciento de los trabajadores en Nicaragua dependen del trabajo diario para generar recursos y subsistir, al no estar sujetos a un salario. Ante una eventual reducción de la actividad económica como medida para paliar el efecto del coronavirus, seis de cada 10 no tienen acceso a servicios de salud, 8 de cada 10 labora en la informalidad y muchos no cuentan con protección alguna por parte de su trabajo.
10. Mientras, el indicador de pobreza alcanza a más del 60 por ciento de la población nicaragüense no puede adquirir la canasta alimentaria con los ingresos que aporta trabajar, es decir, alrededor de 4.0 millones de personas.
11. En una actividad económica ya deprimida desde el año 2018, cuando se contrajo 5.7 por ciento y un nuevo escenario en el que la afectación al producto interno bruto todavía no ha sido cuantificada oficialmente, es necesario procurar apoyos a las unidades económicas pequeñas y medianas, que contratan a 60 por ciento de la población.
12. A pesar de los deseos de los analistas y asesores cercanos al régimen, de la cúpula política y económica del país, incluidos algunos el gran capital, que desde hace tiempo cerraron filas en favor de una salida al suave, el coronavirus tiende a descarrilar la salida en frío por la profundización de la recesión y el descontento social que puede producir la pandemia.
13. Nicaragua necesita ajustar cuentas con la dictadura, el régimen Ortega-Murillo es y sigue siendo el principal problema del país que, además, va a mayores. El ajuste de cuenta con la dictadura es político. Para la gran mayoría de la población la prioridad sigue siendo derrotar a quien consideran uno de los presidentes más dañino y peligroso de la historia de Nicaragua.
Asesinos y criminales irresponsables junto con sus socios del gran capital que sólo piensan en dinero. Son Mercantilistas Arcaicos que aún viven en el siglo XV.
Me gusta mucho art 66 y siempre lo escucho y lo busco.los felicito son profesionales