El representante de la dictadura orteguista, Valdrack Jaentschke llegó hasta el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas a arremeter contra el gobierno de los Estados Unidos a quienes los acusó de «ensañarse con nuestro pueblo con las sanciones». Igualmente, pidió la intervención de la comunidad internacional para que demanden al gobierno norteamericano la suspensión de las sanciones en contra del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El argumento del funcionario orteguista es que los Estados Unidos desconocen y transgreden la Carta de Naciones Unidas y los principios básicos para la convivencia respetuosa entre los Estados. “Se ensañan en nuestros pueblos con las sanciones, es decir, agresiones que el gobierno de Estados Unidos continúa aplicando impunemente en contra de Cuba, Venezuela y Nicaragua (…) Estas agresiones como bien todos lo sabemos atentan contra los derechos humanos”, reclamó Jaentschke.
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Dicha intervención fue realizada después que la Alta Comisionada para las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, presentará ante el Consejo de la ONU la reciente actualización sobre los sucesos que vive Nicaragua desde que inició la crisis sociopolítica en abril de 2018, que ha dejado más de 325 asesinatos, cerca de 4,000 heridos y unos 98,000 exiliados producto de la represión dirigida por el gobierno orteguista.
La alta comisionada remarcó que el régimen al momento de anuncios de manifestaciones hace “masivos despliegues policiales (que) desalientan a los nicaragüenses a manifestarse. Cuando se realizaron protestas, incluso durante celebraciones religiosas, la policía los dispersó abruptamente o elementos pro-gubernamentales los atacaron violentamente”. Además, advierte que continúan las detenciones arbitrarias, la persecución a defensores de derechos humanos, periodistas independientes y excarcelados políticos.
Valdrack llegó a mentir ante la ONU
El enviado de la dictadura también llegó a insistir en que el gobierno de Ortega continúa trabajando por la restitución de los derechos políticos, sociales, económicos, culturales y ambientales de los nicaragüenses, aduciendo que Nicaragua “continúa siendo uno de los países más seguros de la región”.
El vicecanciller señaló que la “Estrategia de Seguridad Soberana” ha posibilitado el derecho a vivir en paz, acusando así a la oposición de ser “grupos políticamente malintencionados, financiados y protegidos desde el Exterior”, que han intentado perturbar el entorno pacífico de los nicaragüenses.
En cuanto a las sanciones económicas impuestas por el gobierno de Donald Trump, remarcó que el mandato de Ortega ha mantenido la lucha contra la pobreza, por el bienestar de la población, por el mejoramiento de las infraestructura de las instituciones, la modernización tecnológica para promover la competitividad y el empleo digno y de calidad.
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