Un grupo de presos políticos de la Galería 6, del Sistema Penitenciario Jorge Navarro, decidieron sumarse a la huelga de hambre que iniciaron unos nueve reos, el 18 de enero de 2020, como medida de presión para que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ordene su libertad. La mayoría de los prisioneros han comenzado a presentar complicaciones en su estado de salud.
«Es de nuestro agrado hacerles saber que nosotros como galería número seis nos hemos unido a la huelga de hambre, todo en pro de nuestra liberación (…). Bajo las circunstancias en las cuales nos encontramos pues la mejor forma de protestar y ejercer presión en la huelga de hambre y así lo estamos haciendo», cita una carta escrita por los jóvenes secuestrados en La Modelo.
El primer grupo de presos políticos cumplió 24 días en huelga de hambre y el segundo lleva nueve días. Karen Lacayo, hermana del preso político Edward Lacayo, conocido como «La Loba Feroz» informó que hasta el momento se contabilizan más de 40 prisioneros protestando dentro de «La Modelo» y expresó que continuarán sumándose más hasta que logren su libertad.
Lacayo señaló que los presos se encuentran con síntomas de deshidratación debido a la falta de alimentos, «algunos ya están muy enfermos, hay un preso político que se comunica con los familiares -no digo el nombre por seguridad- pero sí, hay información que se siguen sumando más y no se van a detener hasta que los liberen a todos», expresó Lacayo.
«No somos moneda de cambio»
El 08 de febrero los reos de conciencia escribieron una carta dirigida a la Alianza Cívica y Unidad Nacional Azul y Blanco, como también a organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA), Unión Europea (UE) y la Organizaición de las Naciones Unidas (ONU).
En el escrito los prisioneros pedían a estos organismos internacionales a aplicar sanciones contra la dictadura de Daniel Ortega y sus funcionarios. Además exhortaron al Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), a la Alianza Cívica, Unab y partidos políticos a que «dejen de negociar cosas que todavía no tienen importancia y no nos tomen como moneda de cambio, PARO YA, dejen de jugar con nuestra libertad», refutaron los reos.
La hermana de «La Loba» también denunció los abusos que viven los presos en el penal. «Yo hago responsable al gobierno por si algo les llega a suceder a los presos políticos, sabemos que están siendo víctimas de amenazas, sus alimentos se los tiran y cuando llega la visita familiar ellos (los custodios de La Modelo) nos toman fotografías».
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Los familiares de prisioneros han manifestado que algunos de los reos políticos comparten celda con los presos comunes, lo que se ha convertido en una de las principales razones para no divulgar los datos personales de los que están realizando la huelga de hambre.
Exponen condición de salud a la CICR
Los privados de libertad recibieron la visita del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en La Modelo, la que aprovecharon para exponerles su condición de salud. «Nosotros les presentamos pruebas donde estamos enfermos (…) por lo cual nosotros nos declaramos en huelga de hambre al extremo de no consumir nada, nada (repite), ni agua, para que hablen con la verdad, hasta obtener y hacer efectiva nuestra salida».
Además de las complicaciones en la salud, los reos de conciencia se han visto afectados emocionalmente después de la última excarcelación de 91 personas que ejecutó la dictadura el 30 de diciembre de 2019. Los ciudadanos quedaron deprimidos porque tenían la esperanza de ser liberados.
Piden no ser olvidados
En una carta que circuló en las diferentes redes sociales, los presos políticos habían expresado su inconformidad por las acciones poco efectivas que han realizado las diferentes organizaciones opositores para presionar su excarcelación. Es por ello que decidieron tomar ese camino (la huelga de hambre), «cansados de esperar una solución a su situación».
Después de la última excarcelación que realizó la dictadura, según datos de organismos nacionales, al menos 65 ciudanos permanecen secuestrados en los diferentes sistemas penitenciarios del país, entre ellos tres mujeres, quienes han denunciado ser víctimas de torturas físicas y psicológicas.
