A la presa política María Esperanza Sánchez la presentaron este jueves, 6 de febrero de 2020, para su audiencia inicial que fue programada hasta el martes 11. Su abogado defensor, Julio Montenegro, denunció las torturas a las que había sido expuesta y solicitó que la trasladaran a Medicina Legal para conocer su estado de salud.
A Sánchez la secuestraron oficiales de la Policía Nacional el 26 de enero, y durante su arresto la golpearon, la enchacharon y la trasladaron a la Dirección de Auxilio Judicial.
Montenegro, miembro de Defensores del Pueblo, dijo que a Sánchez le habían asignado una abogada que nunca se comunicó con la familia, pero que admitía las acusaciones contra la procesada sin su consentimiento.
La hija de la detenida, Sherly Sánchez, señaló a Artículo 66 que las agresiones contra su madre se dieron desde que fue detenida y que durante los interrogatorios para obligarla a aceptar los cargos le abrían las piernas hasta el límite, mientras una oficial le pegaba en la espalda. Esto le ha provocado serios problemas para caminar.
A Sánchez la acusan por tenencia de droga, lo que la familia niega porque en reiteradas ocasiones recibió amenazas de las fuerzas armadas del régimen; además, marcaron su casa con la palabra “plomo”.
Durante el encuentro entre María Esperanza y Sheryl Sánchez, la rea política le comentó a su hija que los oficiales le decían que estaba sola y que sus hijos no la llegaban a visitar.