Johanna Roa, madre de un adolescente de 15 años, originario del barrio Acahualinca, en Managua, denunció ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) la detención arbitraria de la que fue víctima su hijo, quien permaneció tres días arrestado en el Distrito II, donde oficiales del régimen orteguista lo golpearon.
Según el relato, un sujeto acusó al joven de haberse robado 600 córdobas, sin embargo, su progenitora rechazó ese cargo y señaló que “ese hombre públicamente amenazó (a su hijo) con machetearlo sino le entregaba el dinero”. Además aseguró que el adolescente trabaja con su abuelo vendiendo mangos.
También detalló que ese sujeto lo retuvo en el Mercado Candelaria, en Managua, y fue ahí donde la Policía lo trasladó a la estación policial del distrito Dos. “Ahí no me lo dejaban ver, el comisionado mayor Alejandro Ruiz no me daba respuesta de mi hijo y tampoco me dijeron los nombres de quienes acusaban a mi hijo”.
El menor le dijo a su progenitora que el primer día que lo arrestaron (lunes, 3 de febrero) fue víctima de golpizas por parte de los oficiales. “Él me dijo que lo pusieron solo en una celda, a oscuras, y como él comenzó a llorar, vino el oficial con amansa bolos y me le pegaron en el pecho, en la espalda y en los muslos (…) y no me le daban de comer”, aseveró.
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Igualmente, agregó que al adolescente “lo levantaban a las 4 de la mañana a limpiar y sino lo hacía me le pagaban grandes golpizas, me lo maltrataban (…) Además, un policía me lo amenazó antes de ser puesto en libertad”.
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Por su parte, la abogada de la CPDH Karla Sequeira señaló que dieron seguimiento al caso desde el día de la detención. “Es un menor de edad que no tuvo que permanecer detenido por más de 24 horas según lo establece el Código de la Niñez y la Adolescencia (…) Nosotros denunciamos el abuso que cometieron los agentes del Distrito II contra el menor”.
La CPDH interpuso una denuncia ante Asuntos Internos de la Estación Policial sobre el abuso y recalcó que “estamos sistematizando las violaciones a los derechos humanos de los menores de edad (…) el gobierno de Daniel Ortega está cercenando los derechos, violando el Código de la Niñez y los tratados internacionales que protegen a los menores de edad”.
Si este régimen asesino criminal genocida no respeta la vida, podemos esperar que respete las leyes? Están condenados por crímenes de lesa humanidad, como vamos a esperar que respeten las leyes. Sin asesinos criminales genocidas no tienen nada más que perder porque ya saben que pasaran sus buenos años en las cárceles nacionales o internacionales. Vamos a seguir diciendo que hay policias buenos cuando todos son asesinos y criminales. Muchos chavalos de menos de 20 años se están metiendo a la policía porque miran la impunidad con que actúan y piensan que la justicia no los alcanzará. No respetan ni a sus propias madres estos criminales.
Sr. Juliano, usted tiene toda la razón, policía equivale a delincuente uniformado.