El preso político del régimen orteguista Wilfredo Brenes aseguró que en “El Chipote” o la Dirección de Auxilio Judicial en Managua ya se nota la división entre los mismos oficiales que se encuentran en esas cárceles. Las declaraciones las dio a Artículo 66 este 30 de diciembre de 2019 después de que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo decidiera enviarlo a su casa con el acuerdo de convivencia familiar.
Brenes afirmó que durante su detención el 15 de noviembre de este año algunos policías de la tiranía los golpearon, “nos maltrataron, aunque para ser sincero hemos visto que ya hay hasta división interna dentro de El Chipote. Sufrimos amenazas sicológicas, amenazando con echar presa a tu familia, con torturarnos”.
El ciudadano originario de Masaya sostiene que dentro de la prisión miembros de la institución orteguista les decían que ellos eran “inocentes, ustedes están aquí por puro gusto”.
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El reo de la dictadura fue encarcelado nuevamente el 15 de noviembre de 2019 después de que intentara llevar agua a madres de presos políticos que estaban en huelga de hambre en la iglesia San Miguel Arcángel de Masaya exigiendo liberaran a sus familiares.
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Wilfredo Brenes Domínguez estuvo secuestrado primeramente el tres de enero de 2019 cuando policías y paramilitares entraron a su casa, ubicada en el barrio Fox. Cuatro meses y 17 días pasó en los calabozos del Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como “La Modelo”. La justicia orteguista lo acusó de tráfico de armas y daño al Estado de Nicaragua. El 20 de mayo fue puesto en libertad, junto a 49 secuestrados políticos.
Tras las pocas posibilidades de trabajo emprendió su propio puesto de venta de pollos asados, la que surgió a raíz de las protestas sociales en Masaya cuando todas las calles se bloquearon en demanda de justicia y libertad.
En entrevista concedida a este medio de comunicación a inicios de noviembre, Brenes afirmó que la idea se dio “cuando estaban los tranques nadie salía a las calles. Para un domingo en mes de mayo (2018) yo estaba asando pollo frente a mi casa, alguien que pasaba me dijo si le vendía, le vendí, luego pasó otro y también le vendí. Ese día no comió mi familia porque vendí todos los pollos. Entonces, miré oportunidad de emprender un negocio”. Ahora de vuelta en su casa dice que seguirá de frente luchando por sobrevivir a través de la venta de pollos asados.
Wilfredo, Usted es una gran persona. Dios le bendiga siempre y le provea de salud, alimentos y sobre todo Paz y Fortaleza para seguir trabajando. Bendiciones para su familia y gracias por ser un digno hijo de nuestra patria.