Wilfredo Alejandro Brenes Domínguez es un excarcelado político originario de la ciudad de Masaya. Estuvo secuestrado desde el tres de enero de 2019 cuando policías y paramilitares entraron a su casa, ubicada en el barrio Fox. Cuatro meses y 17 días pasó en los calabozos del Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como “La Modelo”. La justicia orteguista lo acusó de tráfico de armas y daño al Estado de Nicaragua. El 20 de mayo fue puesto en libertad, junto a 49 secuestrados políticos.
Una vez libre, Brenes dijo a Artículo 66 que “lo único que quería era estar con mi familia, los extrañaba”. Pero luego de varias semanas confiesa que no sabía qué hacer para poder subsistir junto con su núcleo. “Lo había perdido todo, no tenía nada. Cuando la Policía vino, me dejó en la calle, pero Dios nunca falla y comenzaron a surgir ideas para poder hacer dinero”.
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El negocio de venta de pollos asados fue la primera idea que se le ocurrió a este exreo político de 40 años, quien es licenciado en comercio internacional y además posee un posgrado en técnica de exportaciones e importaciones. “Tengo mi carrera, pero nunca la ejercí, porque siempre me gustó tener mi propio negocio”, expresó sonriente el exreo político.
¿Cómo inició la venta pollos asados?
Según Wilfredo Brenes, la idea de vender pollos asados surgió a raíz de las protestas sociales en Masaya cuando todas las calles se bloquearon en demanda de justicia y libertad. “Cuando estaban los tranques nadie salía a las calles. Para un domingo en mes de mayo (2018) yo estaba asando pollo frente a mi casa, alguien que pasaba me dijo si le vendía, le vendí, luego pasó otro y también le vendí. Ese día no comió mi familia porque vendí todos los pollos. Entonces, miré oportunidad de emprender un negocio”.
El primer puesto de venta de pollos, Brenes lo instaló en agosto de 2018 en Carretera a Catarina, pero cuando fue secuestrado, refiere que la persona con la que trabajaba se lo quitó. “Mi amigo se quedó con mi negocio, no me lo quiso devolver y como yo no lo había legalizado, ellos sí lo hicieron y me dejaron sin nada, así que era necesario iniciar de cero. Hablé con unos amigos y me prestaron dinero, mi familia también me ayudó y en el mes de junio de este año (2019) volví a aventurarme a vender pollo”.
Pese al asedio policial sigue firme
Una vez aclaradas las ideas de lo que quería hacer, Wilfredo Brenes colocó un nuevo puesto en la rotonda camino a Tisma y otro a una cuadra de su casa, en el barrio Fox, sin embargo, por el asedio policial y paramilitar tuvo que cerrar uno de los negocios y quedarse solo con uno.
“El 22 de agosto llegó una patrulla de Policía cuando estaba abriendo mi negocio en la rotonda de Tisma. Estuve 48 horas detenido, me señalaban de haber tirado una bomba de contacto en casa de una vecina. Luego los asedios continuaron, entonces tuve que cerrar ese puesto, porque sentía que mi vida y de la de los muchachos que trabajan conmigo corría peligro”, refirió Brenes.
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El único puesto de pollos asados que le quedó a Wilfredo Brenes es el que está cerca a su casa, donde afirma que pese al constante patrullaje de la Policía orteguista sigue firme con esa iniciativa que le garantiza el alimento a él y su familia. “Tres caídas he tenido, pero con la ayuda de Dios me he levantado. Me metieron preso injustamente, me quitaron mi primer negocio de pollos y me obligan a cerrar otro, pero no importa, sigo siempre en la lucha porque tengo fe en Dios que esto pronto va a terminar”.
Brenes cree que “en Nicaragua no hay seguridad, pero no podemos atemorizarnos y doblar los brazos, hay que seguir trabajando. Hace unas semanas, un motorizado disparó cerca de este puesto de pollos, el disparo pegó en un poste de luz, los clientes solo me quedaron viendo, porque entendieron que ese disparo era para mí, pero no importa yo sigo y seguiré haciendo mi trabajo, porque nunca hice nada malo, lo único que he hecho es protestar en contra de esta dictadura”.
El puesto de venta de pollos del exreo de la dictadura se ubica de la rotonda San Jerónimo en Masaya una cuadra al sur. “Esperamos que los masayas y todo Nicaragua nos apoyen, agradezco a todos los ciudadanos que se acercan y compran mi producto, algunos vienen porque me conocen y saben que soy exreo político, otros porque vienen de lejos a comprar y otros porque andan vigilándome, pero cualquiera que sea el motivo de su visita, se los agradezco y que Dios los bendiga”.