Con la esperanza de que Nicaragua alcanzará la libertad y que vendrán tiempos mejores, Donald Morales, de 28 años, originario de Camoapa, ubicado en el departamento de Boaco, se ha dedicado al emprendimiento después de perder su trabajo como docente y consultor en varias organizaciones no gubernamentales, mismas a las que en diciembre de 2018 la Asamblea Nacional les arrebató su personalidad jurídica.
Desde entonces, Morales buscó trabajo en varias empresas, pero la respuesta era negativa por la ola de desempleo que provocó la crisis sociopolítica de abril de 2018. El joven es licenciado en sociología, con especializaciones en temas ambientales y sociales.
Actualmente, para poder colaborar en los gastos de su hogar y sobrevivir ha creado su propia granja en una comunidad rural cercana a la ciudad donde vive. En su nuevo negocio cosecha hortalizas, cuida ganado, gallinas y ha empezado a organizar una granja porcina.

“No hay oportunidades de empleo formal en el país y los informales están corriendo mucho riesgo. No hay opciones laborales, más que el cierre de empresas e instituciones que no se rigen al sistema político partidario”, detalló Morales, quien además pinta, dibuja, ha emprendido su propio proyecto de reforestación y colabora con jóvenes que necesitan apoyo con las tareas del colegio.

Morales dice que en algún momento pensó en irse del país, pero desistió y decidió quedarse por el amor que le tiene a su país y por tener latente la esperanza de que las condiciones cambiarán. Además espera, de esta manera, contribuir a la economía de su país y seguir cerca de su familia.
10 mil nuevos desempleados para el 2020
Sin embargo, no todos han podido seguir adelante después del cierre de sus puestos de trabajo. Según el reciente informe presentado por la Fundación Nicaragüenses para el Desarrollo Económico y Social (Funides), para el 2020 se espera 10 mil nuevos desempleados con lo que la cantidad aumentaría a final de ese año a 237 mil personas.
Por lo que los niveles de pobreza aumentarán y más de dos millones de nicaragüenses al término de 2020 sobrevivirán con menos de 1.76 dólares (unos sesenta córdobas) al día. Para finales del próximo año se estipula que la pobreza se sitúe en 31.9 por ciento.
En 2017, detalla el informe que 121 mil ciudadanos estaban buscando empleo. Pero para el 2020, la cantidad pasará a 237 mil, lo que indica que de extenderse la crisis sociopolítica a diciembre, al menos 116 mil personas perderán su trabajo, sin posibilidad de recuperarse por la menor inversión en el país.
Solo para este año se calculan 49 mil nicas sin empleo y el próximo año esperan 10 mil más.
Caída del PIB provocará “un retroceso social de más de cinco años”
El mismo documento resalta que el próximo año el Producto Interno Bruto (PIB) será de 1,829 dólares, lo que representa una contracción del 2.7 por ciento en comparación a lo estimado para el 2019. En el caso de la tasa de pobreza general de Nicaragua se ubicaría en 31.9 por ciento.
“Funides reitera que el deterioro socioeconómico no puede revertirse con medidas económicas porque su origen radica en la crisis política y de derechos humanos. La confianza de los consumidores, empresarios e inversionistas, así como la seguridad ciudadana y la cohesión social, solo se podrá restablecer con acuerdos políticos que aseguren el restablecimiento de las libertades y el impulso de reformas para el fortalecimiento de la democracia, que marquen un cambio en el rumbo de Nicaragua”.