Un grupo de ciudadanos con pancartas y banderas protestaron contra la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en la tradicional procesión de San Jerónimo. En la actividad se notó la presencia de decenas de oficiales de la Policía de esa localidad, lo que los pobladores calificaron como una acción intimidatoria para evitar los piquetes.
También denunciaron que varias camionetas con antimotines y paramilitares iban en la actividad religiosa para tomar fotos y vídeos de los manifestantes que participaban de la subida de San Jerónimo en esa ciudad.
Los ciudadanos aseguraron que esta es una falta de respeto y una muestra de temor de la dictadura, quien mantiene a más de 140 ciudadanos secuestrados en los sistemas penitenciarios del país y que ha cercenado el derecho a la protesta y la libertad de expresión.
Otro de los feligreses dijo que el asedio de la Policía es un «terrorismo de Estado» y que la iglesia católica en ningún momento solicitó el apoyo de la Policía para custodiar a los feligreses en las fiestas religiosas.