El bloqueo aduanero que mantiene la dictadura de Daniel Ortega desde hace 56 semanas contra La Prensa obligó al diario a reducir su edición dominical a tamaño a tabloide. La medida llega como un método de salvavidas para resistir a la presión del régimen contra ese periódico, mismo que anunció que a partir de este domingo, 13 de octubre, “el diario La Prensa se presentará solo en formato tabloide”, sin embargo, agregaron que “el resto de los días de la semana circulará en su formato habitual”.
La acción se dio a conocer a través de la página electrónica de La Prensa donde señalan que el periódico se fusionará con la Revista Domingo en un solo cuerpo. De forma que por la falta de material “seguiremos ofreciendo los reportajes y entrevistas en el sitio web”, único espacio que aún pueden utilizar.
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En agosto de este 2019, el presidente del Grupo Editorial La Prensa, Jaime Chamorro Cardenal, aseguró a Artículo 66 que “ya no podemos reducir las páginas impresas”, y señala que el secuestro de los materiales “es una venganza del gobierno, ya que La Prensa, a través de sus noticias, editoriales y artículos de opinión denuncian los hechos negativos del gobierno”.
Mientras el pasado, nueve de octubre, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), advirtió que el diario La Prensa podría cerrar si la dictadura mantiene el bloqueo aduanero, por lo que exigió “al Estado de Nicaragua dejar de hostigar a medios y levantar medidas indirectas que afectan la libertad de prensa, como control del papel”.
La entidad enfatizó que en caso que La Prensa cierre “sería un hito en la censura a los medios de comunicación en Nicaragua; un diario que sobrevivió a la clausura de la dictadura de Somoza. Más de 200 trabajadores podrían quedar desempleados y los ciudadanos perderían otra fuente más de información”.
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El régimen de Ortega se niega a entregar el papel y los insumos para la impresión del diario La Prensa, pese a que el Tribunal Aduanero y Tributario Administrativo (TATA) ordenó al director de la DGA, Eddy Medrano Soto, entregar en un plazo máximo de 30 días los materiales de impresión retenidos desde hace 52 semanas.