Rommel Stuart Medrano Espinoza, de 21 años, exatrincherado y estudiante del último año de Topografía en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), sobrevivió al ataque a la parroquia Divina Misericordia, perpetrado por la guardia orteguista el 13 de julio 2018. Medrano fue secuestrado el dos de septiembre de 2018 por la guardia orteguista y civiles armados.
“Mi hijo desde el 20 de abril de 2018 estuvo participando de las protestas antigubernamentales, ahí me lo agarraron por primera vez, me lo golpearon en la cabeza, le partieron la ceja y la boca y me lo fueron a tirar al Hospital Bautista donde me dieron la constancia que él presentó golpes contuso”, relata Karla Espinoza, mamá del preso político.
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Medrano cursaba el último año de Topografía en la UNAN-Managua, donde se atrincheró desde el siete de mayo 2018. “Ese día él me dijo que iba atraer su hoja de matrícula, pero desde ese día no regresó a la casa y se quedó atrincherado en la UNAN, resguardaba el portón número cinco”, recuerda su mamá.
La Fiscalía continúa operando con la imputación de delitos a ciudadanos quienes se levantaron cívicamente en contra del régimen de Ortega, a Medrano lo acusan de robo agravado y por el cual ya había sido sentenciado a cuatro años, sin embargo, Espinoza asegura que “interpuso un recurso de apelación ante los jueces de la Sala de lo Penal, pero decidieron darle nulidad al caso, entonces estamos en las espera a que lo reinicien”.
El momento exacto en el que ex atrincherado y hoy preso político, Rommel Medrano Espinoza abraza el cuerpo sin vida de Gerald Vásquez (QEPD+), asesinado por paramilitares sandinistas en el ataque a la Divina Misericordia.
Libertad para Rommel y justicia para Gerald #SOSNicaragua pic.twitter.com/jqRdQLNF8G— Nicaragua Clic ??® (@nicaclic) September 20, 2019
El 13 de julio 2018, la Policía orteguista realizó un ataque a la Parroquia Divina Misericordia, donde se encontraban resguardados jóvenes universitarios atrincherados de la UNAN, entre ellos Gerald Vásquez, de 20 años; uno de los que falleció, cuando recibió un impacto de bala en su cabeza. “Cuando mataron a Gerald, mi hijo recibió un refilón en su cabeza por una bala, pero gracias a Dios no le pasó nada más, y sobrevivió”, señala su mamá.
Después del ataque, Espinoza decidió cambiar de domicilio a su hijo, sin embargo, “un miércoles que vino a la casa, y a él me lo vienen a sacar policías y paramilitares un domingo, donde me allanaron mi casa más de tres patrullas con más de 15 paramilitares y policías me lo golpearon y se lo llevaron al Distrito Uno”, detalló Espinoza.
Durante el inicio del proceso judicial, a Medrano no le permitieron contar con una defensa, sino, “fue hasta la segunda audiencia que me le dejaron que tuviera su abogado, y a él me lo condenan el 26 de octubre por robo agravado, ya me le habían quitado el delito de portación ilegal de arma que le habían montado. Entonces el 22 de marzo de este año (2019) metí el recurso de apelación a la que los magistrados me le dan la nulidad al proceso”, agrega Espinoza.
Las condiciones físicas del preso político son estables, aunque Espinoza recalca que “al inicio de su secuestro me lo golpearon y maltrato físico y psicológico”, mientras exige al régimen de Ortega la liberación de su hijo y la de los demás presos políticos quienes son inocentes de los delitos que la Fiscalía les inventa.
