1. La lucha contra la pobreza y la ignorancia es crucial, sobre todo porque en la Nicaragua profunda estos problemas siguen siendo bárbaros y tienen un atraso que se expresa en la brutal realidad de los feminicidios, en las acciones de los paramilitares, en las operaciones de los paraestatales contra los campesinos, en la cotidiana violencia salvaje y en la violación de las reglas de convivencia.
2. En el país sin ley ni justicia es normal el analfabetismo, la incapacidad de los estudiantes de secundaria para escribir sin errores graves, la falta de respeto por los ancianos, por los niños y las mujeres, quienes son consideradas a disposición del varón que decida manosearlas, violarlas o matarlas.
3. El factor de mayor indignación en la población es el exterminio de los líderes sociales, sometidos a una implacable cacería por los grupos paramilitares, parapoliciales y paraestatales, apoyados desde los cuarteles militares y policiales.
4. Las agrupaciones progubernamentales, obedeciendo las órdenes de la nomenclatura gubernamental, son los autores de la continuada represión de cientos de dirigentes sociales, de los defensores de los derechos humanos, de los periodistas independientes y de los ex integrantes de la contra.
5. El régimen Ortega-Murillo, en una actitud casi infantil, cree que, si él no ve un problema, nadie lo ve; y que, si él no habla del asunto, entonces no existe. Más aún, ni siquiera acepta un diagnóstico de qué es lo que está sucediendo en el país. Prefiere las encuestas amañadas de M&R que dice que todo está bien.
6. Existe una disociación entre la realidad social y el mundo que el régimen describe. Hace mucho que los funcionarios, perdieron el contacto con el mundo real. Mi impresión es que los miembros del círculo íntimo de poder viven en una burbuja.
7. El país paga caro el permanente autismo sociopolítico de la nomenclatura y de los políticos tradicionales. No comprenden lo que piensa y/o siente la mayoría de los ciudadanos. Están encerrados en su mundo.
8. Mentiras, hipocresía, chantajes y endurecimiento de la represión, son los ejes inmediatos de la táctica política del régimen. El régimen Ortega-Murillo piensa que gana tiempo político con tácticas de distracción, de represión y de negación.
9. Al interior del régimen pululan los mentirosos abyectos y los arribistas dispuestos a todo, que no ayudan a superar el autismo político en que aquel ha caído. Ese es el camino seguro hacia un mayor aislamiento internacional y a cometer los errores que ayudarán a su derrota política.
10. El régimen Ortega-Murillo no ha comprendido los mecanismos de la alta política, razón por la cual han creado, cada semana, un mayor problema geopolítico adverso. La degeneración del régimen se sigue profundizando.
11. En la última reunión de la OEA, ocurrida el 28 de agosto pasado, EEUU confirmó sus dudas sobre Ortega-Murillo, se corroboró su aislamiento con la mayoría de los gobiernos latinoamericanos y se constató la conducción guerrerista del régimen.
12. El régimen no puede estar, al mismo tiempo, distanciado de los EEUU y en ruptura con los poderes fácticos, perdiendo así dos pilares importantes de su sostenimiento.
13. Comete un error al aliarse con Rusia creyendo que, de esa manera, puede contrarrestar las presiones norteamericanas. Su coqueteo con Rusia no resuelve, a la concreta, el problema de la profunda crisis sociopolítica.
14. Por medio de un diario salvadoreño se conoció la noticia del señalamiento por lavado de dinero por parte de un grupo económico llamado Grupo Promerica/ Banpro.
15. La reiterada publicación de esa noticia, en Nicaragua, por los medios oficialistas de la dictadura Ortega-Murillo exteriorizó la existencia de una fisura en el pacto del régimen con el gran capital local.
16. Lo anterior es parte de un proceso de estira y encoge entre el régimen y el gran capital. El posterior desmentido por parte de Banpro ratificaría que fue una artimaña para presionar.
17. Posteriormente, el ataque en la ciudad de León a varios dirigentes empresariales por parte de los paramilitares, en presencia de la policía, revelaría que la grieta se ha profundizado.
18. En los últimos 30 años los empresarios han tenido varias oscilaciones políticas: pasaron de ser aliados de la derecha tradicional al matrimonio político con el régimen Ortega-Murillo.
19. Los empresarios sólo van a romper definitivamente con el régimen Ortega-Murillo cuando estén seguros de tener consolidada otra rama en que apoyarse. Mientras tanto, oscilarán entre los dos polos de la contradicción.
20. Los empresarios deben tomar conciencia de que la política represiva del régimen es lo que permite la existencia de las bandas armadas, las cuales sólo podrán ser eliminadas a la caída del régimen dictatorial.
21. A partir de abril de 2018 las cosas cambiaron: feneció la hegemonía absoluta del régimen. Los poderes fácticos aceptan, ahora, la necesidad de finiquitar la hegemonía política de Ortega-Murillo y apelan a una recomposición en las cuotas de poder.
22. El incumplimiento del régimen de los acuerdos de marzo de 2019, la resolución de la OEA en junio de 2019, el informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos de septiembre de 2019 y la represión directa a miembros de la empresa privada nos indican que el tiempo político del régimen se acorta.
23. Este conjunto de hechos y circunstancias nos muestran que el régimen se encuentra sensiblemente debilitado, desacreditado y que ha sufrido un nuevo revés político. Dicho revés adquiere un nivel de trascendencia en tanto pone de manifiesto el fracaso de la estrategia diplomática del régimen.
24. La prohibición, por parte del régimen, de no dejar entrar a la Comisión de Alto Nivel de la OEA al país tiene un doble objetivo: evitar que se constate “in situ” la represión y evitar la activación del movimiento popular, aprovechando la presencia de la Comisión. El Gobierno teme que la reacción popular no la puedan controlar.
25. La reactivación de las manifestaciones callejeras sería un factor decisivo en detrimento de la dictadura, ya que sería un inmenso paso adelante del movimiento popular. Justamente por tratarse de un paso tremendo, cambiaría la coyuntura política de pies a cabeza.
26. La tensión política es palpable y la gran mayoría de los ciudadanos presionan a favor de una solución de la crisis. Los poderes fácticos han comprendido que con la permanencia de Ortega-Murillo en el poder no se va a solucionar la crisis. En ese escenario, la posibilidad de un nuevo 18 de abril es muy alta.
27. Los poderes económicos luchan por preservar sus beneficios con cualquier estratagema; ellos están más cerca del régimen que del pueblo. Una característica del “establishment” económico ha sido intentar relativizar la gravedad de la crisis sociopolítica.
28. Aquellos están acostumbrados, sin inmutarse, a bascularse de un lado a otro del arco político, siguiendo siempre sus intereses pecuniarios. Razón por la cual, para el gran capital, es favorable un cambio político cosmético. Es decir, cambiar de rama para que nada cambie.
29. Los empresarios no han tomado distancia definitiva del “modelo de diálogo y consenso con el régimen”, ya que muchos de sus miembros tienen intereses similares y compartidos con la nomenclatura del régimen Ortega-Murillo.
30. Ellos buscan cómo mantener sus privilegios sin romper con el régimen. Ellos siguen siendo favorables a una salida al suave: una especie de orteguismo sin Ortega-Murillo. En otras palabras, son favorables a un cambio político gatopardiano para que nada cambie.
31. El factor que frena a los poderes fácticos es el temor a las consecuencias de un proceso no controlado por ellos. Pero la eficacia de este freno es limitada. La fuerza del movimiento popular reside en su número. El peso de las contradicciones empuja al país a derrotar a la dictadura.
32. En este contexto, el conflicto sociopolítico se encuentra condicionado por circunstancias económicas que influyen en el desenlace del curso de la crisis. En este sentido, encontramos que la profundización de la recesión, como un factor que podría perjudicar los intereses de la dictadura y transformarse en un factor importante en el desenlace del “equilibrio inestable de fuerzas”.
33. La multiplicidad de los factores y el entrelazamiento de las fuerzas en conflicto excluyen la posibilidad de un pronóstico preciso. Pero la tendencia general del proceso es absolutamente clara: la dictadura vive un intervalo, intervalo que ya llega a fin.
San José/Costa Rica, 18 de septiembre de 2019.