Duván Enrique Guevara Tórrez, de 20 años, originario de Masaya, fue secuestrado la tarde del lunes, 15 de julio, por agentes policiales orteguistas, mientras se encontraba en su centro de trabajo, en el barrio San Juan de la ciudad de las flores.
Según Karla Vanesa Tórrez, de 40 años, madre del detenido, éste se encontraba en un taller de fábrica de hamacas de manila, donde labora desde hace más de dos años. Los familiares denunciaron que a las dos de la tarde apareció una patrulla policial y sin dar explicación, lo detuvieron.
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“Mi hijo estaba trabajando en un taller de hamacas, ubicado en el barrio San Juan, solo salió a comprar una gaseosa frente donde trabaja y apareció una patrulla, unos policías le dijeron que no se resistiera y se lo llevaron”.
Además, Karla Tórrez, afirmó que las autoridades policiales no han informado los motivos por los que su hijo fue secuestrado. “En la policía (de Masaya) me dijeron que no me pueden dar información, solo que está bajo proceso de investigación y que eso dilata una semana”.
Denuncian a “orejas” orteguistas
“Mi hijo ha estado en contra de este gobierno y anduvo en algunas marchas, lo cual no es delito, pero un hombre que le dicen “El Chino”, y que es sandinista, anduvo hace varios días, preguntando el nombre completo de mi hijo. Duván nuca ha estado preso, lleva dos años elaborando hamacas, no me explico por qué se ensañaron con él”, denunció Tórrez.
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Otro familiar de Duván, dijo en condición de anonimato, que, “días antes del secuestro, Duván pasó con un amigo y “El Chino” les gritó que uno de ellos dos tenían que ser guardado (encarcelado), por eso no dudamos que sea por represalias por parte de simpatizantes del gobierno”.
Lo trasladan a “El nuevo Chipote”
Según familiares de Duván Guevara, éste, fue trasladado a la Dirección de Auxilio Judicial, en Managua; conocido como “El nuevo Chipote”, donde no han podido verlo. “Me dijeron en la policía que fue trasladado a El Chipote, tendré que ir a saber de mi hijo y exigir su libertad”, concluyó Karla Tórrez.
La ola de secuestro ejecutada por la policía orteguista en contra de autoconvocados en Masaya, ha aumentado en el mes de julio. Hasta la fecha, muchas de las víctimas han sido liberadas.
Los orejas creen que quedarán impunes, pero se equivocan. Tendrán que rendir cuentas.