El preso político de Masaya, quien es periodista y crítico de la dictadura orteguista, Marlon Powell, denunció a Artículo 66 las diferentes torturas a las que fue expuesto mientras estuvo en el Sistema Penitenciario de Varones “Jorge Navarro”, conocido como “La Modelo”, ubicado en el municipio de Tipitapa, Managua.
Powell fue puesto en libertad este lunes, 10 de junio de 2019, tras su captura ilegal por parte de la Policía orteguista el 7 de marzo de este año, en el barrio San Judas, en Managua. El periodista había sido secuestrado en la casa de seguridad donde se resguardó por varios meses para proteger su vida y la de sus familiares.
Según Powell, él fue detenido por los agentes de la Policía orteguista y paramilitares, quienes lo trasladaron entre golpes y ofensas a la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como “El Chipote”. Mientras era cuestionado por su posición política lo despojaron de sus pertenencias.
El periodista detalló que además de las ofensas verbales le estaban exigiendo cambiar su ideología política y apoyar a Rosario Murillo, mujer de Daniel Ortega. Además, le pedían nombres, direcciones y códigos de personas que apoyaron los tranques en el municipio de Masaya.
“Hacían como que me iban a golpear y yo me esquivaba. Eran diez, ocho de policías y dos de civil (…) cinco policías sacaron sus armas, la montaron y disparaban al aire. Es una situación terrible porque en ese momento te pueden dar un tiro”, manifestó Powell, quien asegura que todavía escucha los sonidos de las armas y que eso le afectó más que las agresiones porque estaban jugando con su vida. Relató que la mayoría de los golpes fueron en la cabeza provocándole pérdida de memoria temporal, ya que no recordaba dónde fue secuestrado.
“Grité mi nombre”
Mientras todavía se encontraba en la celda ocho de “El Chipote”, desnudo, descalzo, con poca agua, una comida al día, poca luz y solo, Powell gritó su nombre cuando escuchó que habían más reos políticos. La acción la tomó con el objetivo de ser identificado y que así avisaran a su familia que se encontraba encarcelado.
“Estos señores capturaron como a 100 personas ese día (…) yo aproveché para gritar por una rendija públicamente mi nombre; soy Marlon Powell, soy periodista de Masaya (…) Publicá, decí que soy torturado, que estoy reducido y que me pueden matar”, explicó Powell.
Igualmente, detalló que otras de las torturas que observó en sus compañeros de celda fue ponerles tierra en los ojos, bocas y oídos, provocando que uno de los reos de conciencia tengan problemas auditivos. Durante su secuestro cantaban “Vivirás Monimbó” y entonaban el Himno de Nicaragua, lo cual provocaba que los oficiales orteguistas los torturaran hasta dejarlos desmayados.
“Traslado a La Modelo”
Explicó que el día que lo enviaron a “La Modelo” sacaron a varios reos de “El Chipote”, pero solo a él lo enviaron en un bus aparte para el Sistema Penitenciario donde compartió celda con los presos de conciencia Brandon Lovo y Glend Slate, acusados por la dictadura de asesinar al periodista Ángel Gahona, a pesar que no hay pruebas ni relación entre los testimonios de la Policía Orteguista, según los abogados defensores.
Al salir de la audiencia inicial intentaron escupir su rostro y se robaron todos los productos que le había llevado su familia para aseo personal y alimentarse. Powell recalcó que fue trasladado a la celda 300 donde dormía con la boca y nariz colocada en el orificio de la puerta para poder respirar porque compartía el espacio con ocho reos políticos.
“En El Infiernillo la gente se desmaya de soledad y nadie te puede auxiliar porque estás solo. Tenés que golpear y patear los portones para que a la media hora un funcionario vaya a ver si estás vivo”.
El periodista denunció que fue torturado por José Ibarra y que casi todo el tiempo dormía con la ropa mojada lo que le provocó alergia en el cuerpo. Días después fue trasladado a otra celda donde lo amarraron en una silla y le robaron las pertenencias que le habían llevado sus familiares y las cartas de sus hijos.
Destacó que siempre recibió ayuda de los demás reos políticos y reos comunes, quienes le compartían medicina y ropa. Asimismo, narró que el universitario Edwin Carcache y otros presos políticos gritaban y golpeaban los portones para que los sacaran de la celda donde se estaban asfixiando y en condiciones graves de salud.
El periodista Powell exige a la comunidad internacional y a los organismos nacionales el cierre de la celda de tortura 00-1, 00-4 , “El Infiernillo” y 300, ubicadas en le Sistema Penitenciario de Varones, donde los reos se desmayan de dos a cinco veces al día por las condiciones inhumanas en las que se encuentran.
Que bien que Marlon Powell salió, me alegra por él, por su familia y por el pueblo de Masaya. Pero sabemos que fue jugada de la dictadura que está siendo presionada para que deje entrar a la SIP y visitar la cárcel. Lo hacen para distraer el hecho de que también tienen a Miguel Mora y Lucía Pineda en prisión. quieren darle a la SIP para bajar la presión y siguen usando a Mora y Pineda de rehenes.