Alto, muchachón y de pelo entrecano. Monseñor Silvio José Báez es uno de los obispos más conocidos de Nicaragua y el de mayor prestigio en la nación centroamericana. Desde abril de 2009 es obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua y es conocido por sus críticas incisivas al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Nacido en Masaya el 29 de abril de 1958, es hijo de Silvio Báez Taboada y la profesora Vilma Ortega. Estudió primaria y secundaria en el Colegio Salesiano de la capital del folklore nicaragüense y posteriormente ingresó a la Universidad Centroamericana (UCA) para cursar ingeniería industrial, carrera que no llegó a terminar puesto que se trasladó en 1979 a San José de Costa Rica para ingresar al seminario de los padres carmelitas descalzos.
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Báez, en Costa Rica, desarrolló su carrera sacerdotal en el Instituto Teológico de América Central (ITAC), donde se permeó de la corriente progresista de la teología de la liberación latinoamericana y se ordenó sacerdote en el año 1984.
Posteriormente, su congregación de los padres carmelitas descalzos lo trasladó a Roma para que Báez se licenciara en Sagradas Escrituras y un tiempo después obtuvo el doctorado en teología bíblica en la Pontificia Universidad Gregoriana. También posee estudios en arqueología y geografía bíblica por parte de la Escuela Bíblica de Jerusalén.
Su tesis doctoral Cuando todo calla, el silencio en la Biblia es objeto de estudio obligatorio para los estudiantes de teología de la Universidad Teresiaunum de Roma.
Durante su vida profesional, ha desempañado el profesorado en universidades de Guatemala (Fernando Marroquín y Rafael Landívar entre 1989-1991), también como formador en el Seminario La Asunción de Guatemala entre 1991 y 1992.
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En Roma, se desempeñó como docente de espiritualidad bíblica de la Universidad Urbaniana de Roma desde 2002 y, desde 1994, fue profesor de Sagradas Escrituras en la Facultad de Teología Pontificia y el Instituto Pontificio de Espiritualidad “Teresianum”.
En 2006, alcanzó el puesto de vice-decano de la Facultad de Teología Pontificia y del Instituto Pontificio de Espiritualidad “Teresianum” de Roma. En lo más alto de su carrera eclesiástica, el papa Benedicto XVI lo nombró el 9 de abril de 2009 como nuevo obispo auxiliar de Managua.
Obispo auxiliar
Considerado como el obispo intelectual de Nicaragua, desde su llegada al país en 2009 promovió en toda la Arquidiócesis de Managua la lectura y estudio de los textos bíblicos a través de charlas y fascículos que eran distribuidos en las parroquias para la animación pastoral.
Así mismo, en el país publicó dos libros que inmediatamente se convirtieron en best-seller a nivel nacional: ¡Cual un botón de rosa! En 2014, que trata sobre una mirada bíblica de los cantos que entonan los católicos durante la gritería nacional y Evangelio de Hoy en 2018, que es una recopilación de las reflexiones bíblicas diarias que comparte el obispo a través de su red social Twitter.
Monseñor Silvio Báez en su homilía hace un llamado a la hermandad, al respeto de las diferencias, a no actuar contra la vida de los hermanos, a no hacer venganza por la propia mano. #Artículo66 #DerechoAInformar pic.twitter.com/gR4opjK7we
— Artículo 66 (@Articulo66Nica) 31 de marzo de 2019
“Y al intelectual le salió su vena pastoral y, en poco tiempo, puso pié en tierra, se bajó de las nubes teóricas, para aterrizar en la realidad de un país corroído por el autoritarismo y de una Iglesia, necesitada de profetas, con capacidad de anuncio y de denuncia”, explicó José Manuel Vidal, veterano vaticanista español y director del portal de noticias ReligionDigital.com
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Para Vidal, los ataques que el régimen de Daniel Ortega ha reproducido y multiplicado en redes sociales contra Báez repiten la estrategia que usó la dictadura militar salvadoreña contra el hoy santo, monseñor Óscar Arnulfo Romero.
“Por eso, al igual que el Papa, el escudo del obispo Báez es la gente, el pueblo humilde y sencillo, que se fía de él, le sigue y le protege. Le defiende el pueblo ciudadano y también le defiende el pueblo santo de Dios. Todo entero. Los católicos nicaragüenses están con él. Sean de la sensibilidad eclesial que sean. Da igual que provengan de la Iglesia popular o de la más tradicional. Todos apoyan a muerte al prelado”, subraya el experto en temas del Vaticano.
Una iglesia alejada del sufrimiento del pueblo, es una iglesia alejada de Dios, esa fue, ha sido y será la iglesia que pregonó y pregona Nuestro Señor Jesucristo, entre más alejada del pueblo está la iglesia, más alejada de Cristo, es una iglesia relegada. La práctica de la Fe sin compromiso político y social, es una De vacía.