El doctor Pablo Amaya, originario de León, denunció que al momento de su detención ilegal, fue golpeado por paramilitares orteguistas que lo interceptaron en las cercanías de la catedral, luego de que se reuniera con un grupo de personas para entonar las notas del himno nacional y cantar Nicaragua Nicaragüita.
El galeno explicó a través de una entrevista a radio Darío, que fue interceptado por paramilitares, “sujetos vestidos de civil y armados” que lo retuvieron y golpearon para posteriormente entregarlo a agentes de tránsito de la Policía orteguista.
La detención del doctor fue por pocas horas, sin embargo, en este tiempo, le tomaron varias fotografías y sus huellas dactilares en la estación policial ubicada en la salida a Chinandega.
Integrantes de la Unidad Médica Nicaragüenses condenaron la detención ilegal del doctor Amaya, y presentaron una formal denuncia ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), donde exponen el constante asedio que sufren médicos y sus familiares en distintas ciudades.
“A doce meses al lado del pueblo, los médicos hemos recibido disparos, despidos, exilios, persecución, pero seguimos al lado de la ciudadanía”, exponen en su comunicado.
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