No pasó ni un día entre el viernes, 29 de marzo, y el sábado, 30, para que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo demostrará su falta de voluntad en el cumplimiento de puntos claves que firmó supuestamente para encontrar una salida pacífica a la grave crisis que vive Nicaragua desde el 18 de abril del año pasado, que ha dejado más de 500 asesinados y cerca de 4 000 heridos.
El régimen mostró su cara y tras una convocatoria de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) a participar en lo que llamaron una “sentada nacional” para cantar “Nicaragua Nicaragüita” y el Himno Nacional mostrando su descontento con las acciones represivas de los Ortega-Murillo, la guardia de la dictadura apostó por asediar, atacar, secuestrar e imponer el terror en la capital y en los municipios que decidieron sumarse a la protesta pacífica.
Noticia relacionada: Régimen orteguista mantiene represión y oposición le advierte que “juega con fuego”
Así olvidó que los agentes del orteguismo en la mesa de negociaciones que mantienen con la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia se comprometieron a garantizar la libertad de concentración, manifestación y movilización pública, así como el uso de la Bandera de Nicaragua sin restricción alguna, símbolo que fue arrebatado a los manifestantes por parte de los oficiales del régimen la tarde del sábado en Metrocentro, en Managua.
También, firmaron entre sus 18 puntos que cesarían las detenciones ilegales, pero solo en la capital secuestraron a siete personas, entre ellas, Flor Herrera, una señora que protesta vestida con su vestido de folklore azul y blanco y con sus manos encadenadas. Los ciudadanos arrestados aseguraron que la guardia los tildó de “terroristas”.
Igualmente, las turbas afines a los Ortega-Murillo atacaron a periodistas que daban cobertura a la jornada de protestas. Hubo denuncias de robo de equipos, golpes y agresiones verbales. Con ello, nuevamente atropellaron la libertad de expresión y prensa.
https://www.facebook.com/Articulo66/videos/316115382383020/
Y aunque afirmaron que desarmarían a paramilitares, German Félix Dávila Blanco, con carné de militante sandinista, es el hombre a quien los autoconvocados señalan de ser el responsable de los disparos en contra de los manifestantes a pesar de que ahora la Policía quiere “victimizarlo” y evadir su responsabilidad por la represión culpando a los ciudadanos que ejercieron su derecho a expresarse.
No sabemos porqué la Alianza Azul y Blanco se empeña por querer salvar al Señor Presidente Don José Daniel Ortega Murillo y Excelentísima Señora Doña Rosario María Murillo Zambrana y Familia y principales allegados, de las SANCIONES PERSONALES EN CONTRA DE ELLOS que les viene de los EE.UU y de la UE. recordemos que son dos mil cuatrocientos millones de dolares.