Miembros de la unidad Nacional Azul y Blanco emitieron un comunicado en respaldo a la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), en el que valoran como un “acto de seriedad y dignidad” la decisión tomada de parte de la institución religiosa de no participar como acompañantes y testigos de las negociaciones entre el gobierno y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia.
“El régimen Ortega Murillo llamó a las negociaciones, mostrando una falsa voluntad, ante la amenaza de sanciones económicas por parte de la comunidad internacional. Después de 8 sesiones no ha cumplido con ninguna de las demandas expresadas a través de la Alianza Cívica. Muy por el contrario, sigue protagonizando una de las masacres más grandes en la historia del país contra un pueblo completamente desarmado”, cita el comunicado.

José Pallais, quien es dialogante, pero también integrante de la UNAB como parte de la representación del Frente Amplio por la Democracia (FAD), expresó que la Alianza valora como positivo el apoyo de la UNAB a la Conferencia Episcopal, a la vez aclaró que la Alianza pasó días “peleando” por la participación de los obispos en las negociaciones, pues era una posibilidad a la que los representantes del gobierno, mostraban resistencia.
En su comunicado, la UNAB es contundente en plantear que “un diálogo solo puede ser creíble con la CEN de mediadora, la presencia desde un inicio de garantes internacionales y el retorno de la CIDH, MESENI, GIEI y la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos humanos”.

Los miembros de la UNAB sostienen además que el gobierno utiliza la mesa de diálogo como “cortina de humo para continuar desmantelando el país” y se suman a la demanda de las presas políticas en huelga de hambre, de que “no son moneda de cambio” ni “objeto de transacción”, porque todos y todas son inocentes.
Sobre el llamado a la comunidad internacional a aplicar de inmediato la Carta Democrática y otras sanciones, Pallais aseguró que estas siguen su curso, mientras el gobierno no demuestre cambios contundentes sobre el respeto a los derechos humanos, la democracia, y las libertades ciudadanas.