La Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) hizo un llamado, a través de un comunicado, a los funcionarios del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo a que renuncien al igual que lo hizo el exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y ficha del Gobierno, Rafael Solís.
Según esa organización, el “llamado a los funcionarios públicos principales del Estado de Nicaragua (es) a que renuncien inmediatamente a sus cargos y no continuar acumulando responsabilidades penales, ya que el brazo de la justicia de los derechos humanos llegará hasta el último rincón de Nicaragua para la investigación, seguimiento y castigo de los responsables que han cometido delitos de lesa humanidad, genocidio y violación a los derechos humanos”.
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El 10 de enero se conoció de la sorpresiva renuncia de Rafael Solís a su puesto como magistrado de la CSJ, la cual dio a conocer por medio de una carta donde también dejaba su militancia en el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Este exfuncionario fue uno de los más leales al orteguismo y se encargó de cumplir con las órdenes judiciales a la medida que indicaba el gobierno sandinista
En el documento, Solís encara a la pareja presidencia y les señala que “la realidad es que más allá del número de muertos, tan sentidos por mi persona, por el dolor de sus madres y demás familiares, que pueden ser más o menos de 325 señalados y que en su gran mayoría fueron del sector opositor al gobierno y en circunstancias que en algunos casos pueden ser asesinatos, según la CIDH y el Grupo Interdisciplinario de Expertos internacionales (GIEI); incluso más allá de los 500 presos considerados políticos por la oposición y en su gran mayoría también por mi persona, siempre creí que la sensatez y la cordura se podía imponer en ustedes y proceder a una negociación política que permitiera el adelanto de las elecciones y algunos de los otros puntos planteados por la oposición, pero la realidad ha demostrado todo lo contrario”.
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Asimismo, les recrimina que han impuesto “un Estado de terror con el uso excesivo de fuerzas parapoliciales, o aún de la Policía misma, con armas de guerra, han sembrado el miedo en nuestro país y ya no existe derecho alguno que se respete”.
Argumentos suficientes para renunciar
Tras los argumentos expuestos en la misiva del exmagistrado de justicia, la ANPDH destaca que queda claro que en Nicaragua”no hubo tal intento de golpe de Estado” y en cambio “si hubo una brutal represión de parte de la Policía Nacional de Nicaragua y grupos paramilitares dirigidos por el régimen Ortega-Murillo, en contra de la población civil”.
Asimismo, agregan que es sumamente importante el hecho que Solís acepte la “existencia de una masacre estatal (contra la ciudadanía) por ejercer su derecho constitucional y humano de protestar cívica y pacíficamente”.
Los representantes de la ANPDH sostiene que ante las violaciones a los derechos humanos de los que se señala al Estado, el actuar más sensato para los altos funcionarios del régimen es renunciar para evitar continuar involucrándose en estos actos contra la ciudadanía que desde el 18 de abril se levantó en desacuerdo con la política de gobernar de Daniel Ortega.
Renunciar a no querer seguir siendo CÓMPLICE del narco-crimen-estado-ORGANIZADO es de los que pueden tener aún un poco de HONOR, DIGNIDAD y ETICA-PROFESIONAL.