Después de conocer la solicitud del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, sobre una nueva sesión extraordinaria para tratar la crisis de Nicaragua y la aplicación de la Carta Democrática Interamericana, los especialistas han catalogado esta posible reunión como “extraordinaria” tomando como referencia que la convocatoria se da en fechas de Navidad y año nuevo, época en el que todos los gobiernos del continente americano y del mundo están cerrados.
El excanciller Francisco Aguirre Sacasa aseguró que durante la sesión anterior solo dos países acuerparon a Nicaragua, entre ellos Venezuela y el discurso “breve y tibio” de Bolivia, lo que deja más aislado al país. “El Salvador por ejemplo no votó a favor de Nicaragua como lo ha hecho en el pasado y muchas de las pequeñas islas del caribe tampoco defendieron a Nicaragua, contrario a lo que ha pasado en otras reuniones”.
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La nueva Asamblea General está convocando a los cancilleres y no a los representantes permanentes de los países, lo cual para Aguirre es muy importante porque solo ellos pueden bajo la Carta Interamericana Democrática suspender a un país.
“En la historia de la OEA solo se han suspendido dos países, una vez fue en el caso de Cuba y otra vez en el caso de Honduras después del golpe de Estado contra Manuel Zelaya, y ahora estamos viendo la eventual suspensión de Nicaragua, si es que los países que están molestos por el rompimiento del orden constitucional y democrático de Nicaragua logran las dos terceras partes de los votos”.
Proceso antes de la votación
El proceso de la OEA, antes de aplicar la Carta Democrática Interamericana es permitirle al país valorar su situación, tomar en cuenta las recomendaciones de los organismos de derechos humanos y mejorar el orden constitucional, sin embargo en Nicaragua el régimen no ha mostrado ningún interés en buscar una solución a la crisis económica, social, humanitaria y política que estalló desde el 18 de abril.
Una de las consecuencias de la posible suspensión de Nicaragua es la eliminación total de los préstamos y desembolsos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). De igual manera, aunque esta sanción no afecte directamente al Banco Mundial (BM) ni al Fondo Monetario Internacional (FMI) no entraría ayuda a Nicaragua, detalló el exministro de Relaciones Exterior.
Por otra parte, la activación de la Carta Democrática es una escalada contra el gobierno de Nicaragua por las violaciones a los derechos humanos de los que se señala al régimen de Daniel Ortega contra los ciudadanos que han protestado en las calles de manera pacífica para lograr la libertad, la justicia y democracia para Nicaragua.