“Ni el tiempo, el espacio, el concreto ni los barrotes impiden sentir el afecto de las fiestas; unos oramos a María con el pésame de perdernos los altares de sus Purísimas y sus cantares, otros pesarosos de no compartir en congregación, la bendición de la Nochebuena”, esto forma parte de la “Carta de Navidad” que escribieron los presos políticos del régimen de Daniel Ortega, donde, a pesar de estar en las celdas de “La Esperanza” o “La Modelo”, mandan sus mejores deseos inclusive a quienes los tachan de “terroristas” y “golpistas”.
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Los privados de libertad por protestar contra la dictadura de Nicaragua señalan que entre ellos se dan fuerzas para continuar firmes a pesar del encierro. Su mensaje es claro: “Desde esta prisión deseamos ¡Feliz Navidad! a nuestra amada Nicaragua entera, sin obviar aún a aquellos que nos llaman “terroristas, enemigos”, que sea nuestro Señor que purifique las turbulencias de sus corazones y descubra la verdad ante ellos”.
Además, piden que las “plegarias” continúen y la lucha no se detenga, porque recalcan que los nicaragüenses son “hijos de distintas madres, (pero) hermanos de la misma causa”. Asimismo, enfatizan en que en el país hay “unos presos libres de pensamiento, otros libres, presos de ideales y otros, ideales sin fundamentos”.
Según organizaciones nacionales de derechos humanos, en Nicaragua hay más de 600 presos y presas políticas, la mayoría, acusados de “terrorismo” y “crimen organizado”.
