Hasta el 10 de noviembre del 2018, 105 instituciones del Estado habían publicado su Programa Anual de Contrataciones (PAC) en el portal Nicaragua Compra, del Ministerio de Hacienda y Crédito Público. De esas 105 entidades, 51 reportaban algún monto en rubros relacionados con las fiestas de fin de año. En total, y pese a que el reporte está inconcluso y que el resto de la ejecución podría publicarse en lo que falta para que termine el 2018, el reporte demuestra que por «órdenes de Presidencia», las unidades de adquisición harán un verdadero festín con sus presupuestos: más de 155 millones de córdobas en gastos navideños y de purísimas.
Producto de la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde el 18 de abril, el Gobierno de Daniel Ortega se vio obligado a reformar el Presupuesto General de la República. Los ingresos se redujeron en un 9.6 por ciento, principalmente por la caída en la recaudación fiscal y del financiamiento externo. El régimen sacrificó el gasto social, en salud y educación, pero el derroche navideño se mantiene.
El gasto incluye la instalación de altares, compra de juguetes, canastas navideñas, purísimas y fiestas de fin de año para los trabajadores de las instituciones. En total, el derroche alcanza los 155.4 millones de córdobas, según el análisis minucioso que hizo el equipo de Artículo 66, a partir de los datos reportados por las 105 instituciones, hasta el 10 de noviembre.
En el desglose del gasto detectamos que el Estado gastará 111 millones de córdobas en canastas navideñas para los trabajadores; 22. 2 millones en juguetes; 12.2 millones en altares; 6.6 millones de córdobas en purísimas y 3.1 millones de córdobas en fiestas de fin de año.

La especialista en contrataciones del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP), Dayra Valle, opinó que «las instituciones tienen que tomar decisiones de priorización del gasto y las decisiones de priorización del gasto, que tiene que ver con aquello que es urgente y necesario para cumplir con su rol. Por ejemplo, de protección social, de salud, de educación. Esos son los servicios que son prioritarios, y entonces si nosotros incurrimos en gastos suntuarios, no estamos tomando buenas decisiones de priorización, especialmente en un contexto adverso donde tenemos serios problemas económicos, donde hemos pasado un año difícil».
La especialista recordó que «las decisiones de compras son decisiones de política pública, debemos de comprar lo que obedece a política pública, no deben ser decisiones clientelares, cortoplacistas y que no apoyan el cumplimiento de ejes estratégicos de nuestras instituciones. Sabemos que son muchas las necesidades en las instituciones públicas, tenemos un presupuesto que es sumamente ajustado, es más, acabamos de pasar una reforma presupuestaria porque no tenemos los ingresos presupuestarios que deberíamos de tener, lo que significa que son muchas las necesidades y pocos los recursos y hay que tomar decisiones de priorización del gasto».
El economista Luis Murillo sostiene que esos fondos «no generan un impacto grande sobre la crisis económica que está enfrentando actualmente la economía», pues para él los sectores más golpeados son recaudación e inversión. Sin embargo, considera que la decisión de gastar en este tipo de festividades obedece a decisiones de «carácter político y cada una de las instituciones con sus titulares deben establecer un mejor sistema de planificación. Desde mi punto de vista, la situación económica no está para estar gastando en algunos rubros. Lo otro es para mantener un activo político, entonces no afecta mucho los rubros que tiene este país y los van a seguir manteniendo por cuestiones políticas».
Leonardo Labarca, investigador de presupuestos del IEEPP, recalca que la prioridad en Nicaragua deberían ser los sectores más sensibles como salud y educación, carteras que sufrieron reajustes por la crisis. Sin embargo, la recreación de los trabajadores del Estado se mantiene intacta como parte de las políticas «populistas» que impulsa el régimen de Ortega.
Para Labarca, esos más de 155 millones se hubieran redirigido a otros ministerios que aportan al desarrollo de la nación. «Al programa de educación docente, se les redujo en esta reforma 2018 alrededor de 52,000,000 de córdobas y para el año 2019 se le recortaron alrededor de 25,000,000 de córdobas. Por otra parte, dentro del Ministerio de Salud algo que se pudo haber rescatado posiblemente era el recorte de alrededor de 20,000,000 de córdobas que le redujeron al gasto de productos medicinales que reporta el Ministerio de Salud. Una política del Gobierno debería de ser proteger ese tipo de gastos que pudieron haber sido rescatados, en vez de gastar en este tipo de políticas que se pueden calificar como populistas».
Así opina la población sobre este gasto en los presupuestos de las instituciones:
Muy buen articulo.tal vez abren los ojos algunos