Familiares de las presas políticas Solange Massiel Centeno, de 20 años, y Nelly Marily Roque Ordónez, de 26, viajaron desde Matagalpa para denunciar las arbitrariedades que se están cometiendo, en contra de sus parientes, en el proceso judicial y los maltratos dentro del Sistema Penitenciario de Mujeres, conocido como “La Esperanza”.
Las jóvenes, ambas miembros del Movimiento 19 de Abril de Matagalpa, fueron detenidas el pasado 26 de junio mientras viajaban hacia Managua. Junto a Centeno y Roque también iban; Manuel Tijerino, Roberto Cruz y Juan Francisco Castro, todos ahora son acusados de secuestro, tenencia, uso de armas restringidas, robo agravado y crimen organizado.
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Gloria Ordóñez, tía y madre de crianza de Nelly Roque, denunció que desde hace tres meses a los cinco jóvenes de Matagalpa se les está postergando el juicio, además, señaló que a su sobrina no le están dando la atención médica que requiere y pese a que el juez ha ordenado, mediante tres mandamientos, que se le lleve a Medicina Legal para que se le valore las autoridades del Sistema Penitenciario no lo han hecho.
“Nelly la semana pasada estuvo dos días vomitando por un problema de gastritis crónica que ella tiene. Yo siempre le dejo su medicamento porque ellos no dejan que uno se lo entregue, yo siempre le dejo su medicamento porque ella tiene problemas de hipotiroidismo, de claustrofobia y se deprime fácilmente por su problema de tiroides”, detalló Ordóñez, que también aprovechó para advertir que si le pasa algo a su hija será culpa de las autoridades del Sistema Penitenciario que no le dan a tiempo sus medicinas.
Nelly Roque es una ingeniera agrónoma y apasionada por la fotografía artística que decidió unirse a las manifestaciones azul y blanco desde que vio la negligencia con la que las autoridades abordaron el incendio en la Reserva Indio Maíz, desde entonces se unió a cada una de las marchas de autoconvocados en busca de entregarle a su hijo, de cuatro años, un futuro mejor.
Por su parte, la abuela de Solange Centeno, Gloria López, destacó que su nieta es una mujer trabajadora y estudiosa, pues cuando la detuvieron estaba llevando un curso de belleza y trabajaba colocando uñas acrílicas para sacar adelante a su hijo de cinco años. Asimismo, denunció que Centeno, en estos últimos tres meses de detención arbitraria, ha presentado infecciones vaginales y cuadros depresivos, problemas de salud que teme no estén siendo tratados adecuadamente dentro del Sistema Penitenciario.
Ambas familias conservan la esperanza de que sus parientes saldrán en libertad.
