El sábado, 25 de agosto; la documentalista brasileña-estadounidense Emilia Mello fue detenida junto a un grupo de estudiantes mientras se dirigía a una marcha azul y blanco que se realizaría en la ciudad de Granada.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunció las detenciones de por lo menos 28 activistas que iban a la movilización a la ciudad colonial, entre los que se encontraba Emilia Mello.
#OACNUDH sigue recibiendo reportes de detenciones colectivas en #Nicaragua. Hoy 28 personas habrían sido detenidas en diferentes partes del país (Granada, Matagalpa y Managua) en relación a su participación en marchas (1).
— Derechos Humanos ONU (@OACNUDH) 26 de agosto de 2018
La brasileña estaba en Nicaragua documentando las protestas que desde el 18 de abril estallaron en Nicaragua. Paulo Abrāo, secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) declaró en su cuenta de Twitter que el domingo 26 de agostos los estudiantes retenidos fueron liberados, excepto, Emilia Mello, quien fue remitida a la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) para posteriormente ser deportada.
A brasileira-estadunidense Emilia Mello não foi liberada junto com os demais 20 estudantes que haviam sido presos hoje na #Nicarágua. Do centro de detenção informam que ela foi levada ao Departamento de Migrações. Será expulsa do país amanhã. https://t.co/EUQ5EDVzV3
— Paulo Abrāo (@PauloAbrao) 26 de agosto de 2018
Luego de más de 24 horas sin noticias de la documentalista brasileña, fue el mismo Paulo Abrāo quien informó que Mello había sido deportada, luego de un largo interrogatorio y maltrato psicológico, la sacaron rumbo a El Salvador, luego a México y finalmente llegaría a Nueva York.
A brasileira-estadunidense Emilia Mello relata que sofreu um longo interrogatório e maus tratos psicológicos de parte das autoridades na #Nicaragua. Ela foi deportada ontem à tarde em um vôo que saiu para El Salvador. Seguiu para a Cidade do México e hoje irá para Nova Iorque.
— Paulo Abrāo (@PauloAbrao) 27 de agosto de 2018
Sobre este caso, el crítico de cine Juan Carlos Ampié opinó que la detención ilegal de la brasileña implicará roces diplomáticos, ya que este sería el segundo en el que se ve involucrada una ciudadana de ese país y aseguró que mientras ciertos comunicadores extranjeros afines al régimen de Ortega se les facilita la entrada y el trabajo en el país, otros son retenidos y deportados.
Ampié señaló que ese actuar «es un síntoma más de la crisis sociopolítica que vivimos en Nicaragua, mientras a “comunicadores” de otros países se les pone una alfombra roja para que vengan a Nicaragua, a los periodistas y documentalistas los persiguen».
La otra brasileña que fue víctima de la crisis social fue la estudiante de medicina Rayneia Lima, de 31 años, quien fue asesinada la noche del 23 de julio en Managua, en una zona donde había presencia de paramilitares orteguistas.
Asimismo, el cineasta extranjero de origen guatemalteco Eduardo Spiegler murió la noche del 16 de mayo al ser aplastado accidentalmente cuando un grupo de manifestantes derribó una estructura metálica, llamada por el Gobierno árbol de la vida, en el marco de las protestas contra el régimen de Ortega.