El régimen de Daniel Ortega continúa violando los derechos humanos de los nicaragüenses. Desde la noche del sábado, seguidores de Daniel Ortega se plantaron en las afueras de los portones de Auxilio Judicial, con el fin de evitar que las madres, esposas, amigos y familiares de los secuestrados y desaparecidos no pudieran seguir exigiendo información de sus seres queridos.
Los orteguistas ahora ocupan el lugar en el que las madres de los secuestrados protestaban. Según la Asociación Nicaragüense Pro-Derechos Humanos desde el 19 de abril se cuentan más de 350 asesinatos, 2,500 heridos y más de 700 desaparecidos.
Los orteguistas aprovecharon que las madres de los desaparecidos fueron evacuadas ese mismo sábado por la mañana por la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), quienes las refugiaron en la Catedral de Managua para evitar una posible agresión por parte de los simpatizantes del Gobierno, quienes realizaron una marcha que culminó en ese punto.
Las fotografías de los estudiantes, y jóvenes que han participado en las protestas ahora fueron remplazadas por las fotografías de los policías, paramilitares y miembros de la juventud orteguista que murieron durante los ataques a los tranques. Entre los rostros impresos en los carteles, destaca el del joven Alvis Molina quien fue asesinado el 20 de abril en el barrio Batahola Norte durante los primeros días de protestas contra la tiranía orteguista.
Según los testigos la noche en que fue asesinado Molina, este transitaba pacíficamente cuando fue acorralado por miembros de las turbas orteguistas, quienes le dispararon sin piedad, recibiendo un balazo en la tetilla izquierda, y el abdomen.
Durante la vela de Alvis, en la noche del 21 de abril, una turba orteguista atacó a los familiares y amigos que acompañaban su sepelio.
Alvis Molina era jugador de baloncesto y dejó a dos niños en la orfandad.
Ahora en el plantó oficialista se puede ver a su anciano padre portando la fotografía de su hijo quien hace 3 meses fue asesinado por los mismos que hoy lo pregonan como militante sandinista.
La mayoría de seguidores orteguistas que están en las afueras del Chipote dicen pedir justicia por los policías asesinados y los simpatizantes del Frente Sandinista que murieron en las protestas. Mientras que las madres que estaban en las afuera del chipote ahora permanecen en los predios de la Catedral de Managua para mantenerse pendiente de sus hijos, esposos, y amigos secuestrados por las fuerzas paramilitares del régimen, quienes desde hace más de 3 semanas han desencadenado una ola de desapariciones forzosas y represión selectiva sobre las personas que participaron en las protestas o el levantamiento de tranque o de barricadas en sus respectivos municipios o comunidades.
Las madres aseguraron que continuarán llegando a exigir información sobre sus familiares y exigiendo su libertad, pese a que la presencia de los seguidores orteguistas les generan inseguridad y cierta zozobra ya que no confían en estas personas.