La desesperación de Daniel Ortega lo llevó a que en el acto del 19 de julio, que se ha convertido en un evento partidario en lugar de conmemorar el triunfo de la Revolución, tildará de “golpistas” a los obispos que fungen como mediadores y testigos en la mesa del diálogo nacional. Además, señaló que los líderes católicos usaron los templos como cuarteles y que desde esos lugares se salía a “atacar y asesinar” a los simpatizantes sandinistas.
Esas acusaciones fueron tildadas de “falsas” por el cardenal Leopoldo Brenes, quien señaló que cuando escuchó a Ortega de acusarlos por promover un golpe de Estado, lo que hizo fue irse “a la capilla del Santísimo y ahí pedirle al Señor mucha tranquilidad y de manera especial, paz en mi corazón (…) Yo personalmente considero al señor presidente un político ágil, así que sin duda alguna como todo político presenta sus pensamientos y los expresa cuando no está de acuerdo con las posturas de otras personas”.
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El hecho de que el presidente señalara que las iglesias funcionaban como cuarteles también las tachó de ser una “falsedad, porque a mí (al Cardenal) que me tocó acompañar a los jóvenes que estaban en la UNAN cuando los trasladamos a la Catedral, lo primero que les dije fue que ‘nadie puede subirse al bus para la Catedral con un arma’, y ellos obedecieron. Ahí me pusieron a los pies míos esas cosas para los morteros (lanza morteros) y el señor nuncio junto con el señor Solís estaban revisando las mochilas para que nadie se nos infiltrara con un mortero”.
La cruz y la oración, sus únicas armas
El cardenal Brenes hizo énfasis en que para los jerarcas católicos las únicas armas que tienen son la cruz y la oración para enfrentar la violencia que vive el país. Afirmó que él dio la orden de abrir las iglesias para proteger vidas. Además, agregó que Nicaragua ya entro en la lista de naciones que preocupan al papa Francisco por los hechos que desde el 18 de abril mantienen en zozobra los ciudadanos.
“Que las iglesias puedan convertirse en hospitales de campaña, en tiendas de campaña. Es una actitud de humanidad y eso es lo que hemos querido hacer todos los obispos y no creo que un obispo haya dicho entren con armas o tengan armas aquí. Yo escuché personalmente a varios obispos decir que ellos en ningún momento han permitido, lo que no podemos permitir que alguien entre con armas. A veces puede infiltrarse alguien con arma, como la vez pasada que entró alguien a la Catedral armado, pero eso no es voluntad de un obispo”.
La Iglesia no sufre por ser calumniada, agredida y perseguida. Sufre por quienes han sido asesinados, por las familias que lloran, por los detenidos injustamente y por quienes huyen de la represión. Rezamos y estaremos a su lado siempre en nombre de Jesús.
— Silvio José Báez (@silviojbaez) 19 de julio de 2018
Desmiente que líderes católicos estén parcializados
Ortega, además, culpó a los obispos de imponer la línea de la “confrontación” y no la de la “mediación” y de estar tomando partido a favor de lo que ellos denominan “golpistas”. Ante eso, el también arzobispo de Managua dijo que ellos buscan la paz y que han estado intercediendo por garantizar y preservar la vida de los manifestantes sin importar el lado o la causa que defiendan.
Cardenal Brenes: “Ortega debe someterse al escrutinio del pueblo en unas elecciones trasparentes” https://t.co/gTRISwzEP0 vía @religiondigit
— Silvio José Báez (@silviojbaez) 20 de julio de 2018
El cardenal enfatizó en que como líderes “a todo el mundo estamos sacando, pero a veces no comentan a los otros que sacamos. Hemos sacado a un grupo de policías que estaban en Jinotepe. Los llevamos a siete. A otros policías que estaban ven Sébaco; a otro militante que estaba en La Concha (La Concepción, Masaya)”.
El jerarca recalcó que mientras no tengan una comunicación escrita que indique que ya no serán los mediadores y testigos en la mesa del diálogo nacional, que inició el 16 de mayo, continuarán ejerciendo ese papel en la búsqueda de la paz de Nicaragua. El diálogo no ha tenido grandes avances debido al incumplimiento del Gobierno quien no ha cesado la violencia y la persecución en contra de los manifestantes que exigen justicia por los más de 350 asesinatos, democracia y la salida del poder de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Aquí las declaraciones del cardenal Leopoldo Brenes.