[vc_row][vc_column][vc_column_text]La tarde del 11 de mayo la conferencia episcopal de Nicaragua dio un plazo de dos días para que el Gobierno de Daniel Ortega cesara la represión, suprimiera los cuerpos paramilitares, y permitiera el ingreso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), como requisitos para iniciar el dialogo sobre la crisis que desde el 18 de abril tiene a Nicaragua con un futuro incierto.
En menos de dos horas la vicepresidenta Rosario Murillo leyó un documento oficial firmado por el presidente Daniel Ortega, donde aceptaban las condiciones que los obispos exigían.
«Para facilitar el clima de Diálogo consideramos esencial e imperativo que tanto el Gobierno como cada miembro de la sociedad civil: evite todo acto de violencia, de irrespeto a la propiedad pública y privada», dijo Murillo respecto al primer punto de la Conferencia Episcopal.
Esa misma tarde el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro, tuiteó que era necesaria la presencia de la CIDH en Nicaragua y rechazó los actos de violencia que la Policía Nacional en conjunto con las turbas orteguistas han realizado de manera constante desde que inició la crisis en el país.
Rechazamos actos de violencia ayer que causaron múltiples heridos en UPOLI. Lamentamos muerte de estudiantes Kevin Joel Valle y Jimmy Parajón y acompañamos a sus deudos en su dolor. Secretaría Gral d OEA solicita al Gob de Nicaragua que permita visita al país de @CIDH pic.twitter.com/yeAlWvFBAR
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) 11 de mayo de 2018
En su respuesta a las peticiones del obispado nicaragüense, Murillo aseguró que trabajaran para que se «establezca la Verdad y responsabilidades alrededor de los dolorosos y trágicos hechos de las últimas semanas», esto pese a que en esa misma noche se registraron ataques de la Policía Nacional y las turbas orteguistas en diferentes partes de Nicaragua.
“Acogemos, en ese Espíritu expresado por Su Eminencia y Sus Excelencias, las Proposiciones contenidas en los Puntos del 1 al 4 de su Carta de hoy”, dijo Rosario Murillo aceptando las peticiones de los obispos, aunque la vicepresidenta no puso fecha para el inicio al dialogo, ni puntualizó si permitirá la entrada de la CIDH al país.
El pasado 11 de mayo la CIDH solicitó por tercera vez su presencia en Nicaragua para comenzar una investigación y documentación de las violaciones a los derechos humanos.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]