[vc_row][vc_column][vc_column_text]Dar cobertura a las protestas de ciudadanos nicaragüenses inconformes con las reformas a la seguridad social y que, posterior a la represión policial, se extendieron a la demanda de una restructuración del Estado de derecho y la democracia, fue el detonante para que las agresiones gubernamentales se tornaran en contra medios de comunicación y periodistas independientes que, únicamente, cumplían con su labor de informar.
Miércoles, 18 de abril
Las ola de asesinatos, agresiones, robos y censuras en contra de medios y periodistas independientes empezó el miércoles, 18 de abril. Los periodistas, fotógrafos, camarógrafos y reporteros de; Agencia AP, de Onda Local, Confidencial, de 100% Noticias y del occidente del país fueron los primeros en sufrir las agresiones directas de la Policía Nacional y las turbas orteguistas.
En Managua durante las protestas contra las reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), en la Plaza de Camino de Oriente, las turbas orteguistas, plenamente, identificadas con sus camisetas blancas con slogan progubernamentales, arremetieron contra los protestantes que mantenían un plantón pacífico.
Nada ni nadie se salvó de patadas, garrotazos, empujones y robos; los negocios, los ancianos y periodistas tampoco fueron la excepción. En este lugar golpearon en la cabeza al periodista Julio López que se encontraba transmitiendo las protestas en vivo desde Facebook, para el medio de comunicación Onda Local, cuando fue alcanzado por un grupo de las turbas orteguistas que le robaron su celular y lo golpearon hasta dejarlo inconsciente.
La directora de Onda Local, Patricia Orozco, informó desde sus redes sociales, el mismo 18 de abril en horas de la noche, que el estado de López era delicado y que había perdido la memoria. Afortunadamente, el periodista Julio López recuperó la memoria y pudo sobrevivir a la golpiza que recibió de las turbas orteguistas.
En el mismo plantón se encontraba el fotoperiodista de Agencias AP, Alfredo Zúniga, quien forcejeó con miembros de la Juventud Sandinista o turbas orteguistas que intentaba robarle su cámara. A Zúniga le rajaron la cabeza y su herramienta de trabajo, valorada en más de 1 500 dólares, fue semidestruida.

Las agresiones contra la libertad de prensa en Camino de Oriente prosiguieron con el robo de la cámara profesional de transmisión en vivo de 100% Noticias, más de 10 miembros de la JS se abalanzaron en contra del camarógrafo René Cuadra, quien en ese momento grababa los destrozos y persecución que daban las turbas a los protestantes.
Cuadra, en medio del nerviosismo por la agresión, relató en vivo para 100% Noticias como los miembros de la JS lo golpearon hasta quitarle la cámara, valorada en 25 mil dólares. El camarógrafo denunció el robo en el Distrito I de la Policía Nacional, pero hasta el momento no hay ningún procesado.

En el occidente de Nicaragua también se convocaron protestas en contra las reformas a la seguridad social, en distintos puntos del departamento de León las manifestaciones sufrieron represión de las fuerzas de choque progubernamental y de la Policía Nacional.
Los periodistas leoneses Bismark Lebrón y Pedro Altamirano fueron agredidos por las turbas orteguistas, mientras daban cobertura a la protesta ciudadana frente al INSS de León. Lebrón denunció desde sus redes sociales “hoy fui agredido por unos quince sujetos de la Juventud Sandinista cuando le daba cobertura a una protesta de la población (frente a las instalaciones) del INSS de León. Ahí me robaron mi celular. Es lamentable los niveles de violencia que vive el país”.
El periodista Lebrón interpuso formal denuncia en contra de sus agresores, pero, posteriormente, en su perfil de Facebook indicó que no proseguirá con el proceso judicial y dejará todo en las manos de Dios.
Pedro Altamirano, también fue agredido mientras daba cobertura a la protesta frente al INSS de León. Altamirano denunció en su cuenta de Facebook con nombre y apellido a los ciudadanos que lo intentaron reprimir quitándole su celular “fui agredido por el diputado del FSLN Ramón Sarria y Jilberto Narváez de la Juventud Sandinista”, el periodista responsabilizó a los dirigentes sandinistas de León en caso de sufrir agresiones contra su integridad física y moral.
La censura a los medios de comunicación fueron el segundo paso contra la libertad de prensa en Nicaragua, el cierre de los canales de televisión 100% Noticias, Canal 12, Canal 23, Canal Telenorte de Estelí y Canal 51 de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, fueron las acciones más evidentes de la represión gubernamental en contra de los medios independientes.
El periodista y propietario de 100% Noticias, Miguel Mora, denunció la censura en redes sociales, medios independientes e internacionales. Mora afirmó que recibió amenazas de los directivos de Instituto de Telecomunicaciones y Correos de Nicaragua (Telcor), quienes le indicaron que si seguía dando cobertura a las protestas tomarían medidas, las cuales consistieron en el cierre del canal durante seis días.
En Managua las agresiones se extendieron hasta la noche. Los periodistas que permanecieron dando cobertura fueron agredidos por los agentes antidisturbios de la Policía Nacional que intentaba dispersar el plantón, que los ciudadanos autoconvocados decidieron mantener frente a la Plaza de Camino de Oriente donde en la tarde fueron agredidos por las turbas orteguistas.
Los hombres de prensa; Carlos Herrera, Néstor Arce, Maynor Salazar y Richard Salgado de la Revista Confidencial fueron golpeados por la Policía Nacional y turbas orteguistas. El equipo de Canal 23, el camarógrafo Roger Sánchez y la periodista Melissa Aguilera se unieron a la lista de agredidos y despojados de sus herramientas de trabajo, de lo cual responsabilizan a la JS.

Jueves, 19 de abril
Las protestas continuaron contra las reformas al INSS y, luego de las muertes de jóvenes, se levantaron los universitarios de la Universidad de Ingeniería (UNI) y de la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), sitios que han sido fuertemente reprimidos por la Policía Nacional.
Los periodistas independientes se mantuvieron en pie de guerra con su labor de informar a la población. En medio de lluvias de piedras, balas y bombas de gases lacrimógenos, los periodistas y camarógrafos mantenían sus reportes de toda la agresión que vivían los universitarios que se atrincheraron en sus universidades.
En la UNI los jóvenes lograron mantener el control aunque la fuerza policial los rebasaba en número, además, de la cantidad armas, municiones y bombas con las que contaban para replegar a los ciudadanos. En este sitio se encontraban miembros del equipo de Artículo66 grabando y reportando en directo para la cuenta de Facebook, pero el camarógrafo Álvaro Silva fue lesionado.

El camarógrafo de Artículo66 fue impactado en el costado derecho de su pecho con una bala de goma detonada por la Policía Nacional, pese a estar plenamente identificado como hombre de prensa. Los colegas que lo acompañaban lo auxiliaron y lo trasladaron al Hospital Militar, donde afortunadamente indicaron que el daño no fue grave.
Viernes, 20 de abril
En Managua la represión policial seguía fuera de control en contra de los estudiantes de la UNI y la Upoli. Artículo66 continuaba reportando la situación desde las calles colindantes con la UNI, donde se encontraban fuertes enfrentamientos entre policías y universitarios. El periodista y director de Artículo 66, Álvaro Navarro, estaba transmitiendo en vivo cuando un joven era trasladado herido de gravedad hacia una ambulancia, pero fue interceptado por agentes de la policía que se negaba a permitir que el periodista continuará grabando.
Al periodista Navarro la Policía Nacional le quitó su celular y fue retenido en una camioneta durante 20 minutos. Al director de Artículo 66 lo liberaron y le devolvieron su celular sin causarle más agresión que privarlo de ejercer la libertad de prensa.
A cuadras de la UNI se encuentra la Catedral Metropolitana, lugar en el que estaban resguardados jóvenes, que protestaban contra el régimen de Daniel Ortega. El templo católico no fue respetado por agentes de la Policía Nacional y por las turbas orteguistas que entraron a atemorizar, golpear, lanzar piedras, robar y tirar morteros. En este lugar el fotógrafo Uriel Molina fue intimidado y despojado de la cámara que usa como herramienta de trabajo, la cual está valorada en 400 dólares.

Mientras en Managua continuaban las protestas, represión policial y turbas orteguistas, en León en horas de la noche se registró otra agresión dirigida a periodistas. La Radio Darío de León fue incendiada el viernes, 20 de abril. El director y propietario, Anibal Toruño, se encontraba dentro de la Radio reportando toda la crisis social del país, cuando la casa que usan como estación fue perpetrada por sujetos que, armados con 15 galones de gasolina, encendieron el lugar en donde estaban 12 trabajadores.

Los periodistas y trabajadores de Radio Darío se salvaron de morir calcinados por el apoyo de los vecinos que les dieron salida por una puerta colindante con la estación de la Radio. Toruño señaló de estos actos vandálicos al Frente Sandinista, ya que asegura que sus investigaciones apuntan a que, quien envió a esos jóvenes fueron; Filiberto Rodríguez, diputado del Frente Sandinista y el simpatizante Manuel de Jesús Alvarado, esto fue denunciado ante el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, junto a señalamientos de acoso y amenazas que ha recibido el periodista.
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La guerra contra la Radio Darío de León no fue ganada por quienes pretendían censurarlos, ya que, pese a que quedó totalmente calcinada, volvió al aire el 22 de abril desde la clandestinidad para evitar cualquier otro atentado, refirió su director.
La comunidad de hombres y mujeres de prensa no habían terminado de digerir el atentado a la vida de los periodista de Radio Darío cuando el sábado, 21 de abril, en horas de la tarde, se registró el apresamiento ilegal de dos periodistas Salomón Manzanares y Cristopher Harry Ramos de León.
Salomón Manzanares, periodista y docente, se encontraba realizando reporte de la represión policial y de las turbas orteguistas en contra de ciudadanos autoconvocados que protestaban contra el régimen de Daniel Ortega.
Manzanares fue liberado dos días después. El periodista detalló que fue lanzado a una patrulla de la Policía Nacional y fue trasladado a las celdas preventivas de León. Este defensor de la libertad de expresión señaló que su detención fue “arbitraria”.

El periodista freelance Cristopher Harry Ramos también fue detenido en León. Ramos daba cobertura a las protestas desarrolladas en el barrio San Felipe, en el Centro Histórico leones. El periodista fue liberado después de ser privado de ejercer su labor durante más de 24 horas.
Mientras tanto, al llegar la noche la crisis social en Managua empeoraba por los choques entre universitarios y oficiales de la Policía Nacional que atacaba a los jóvenes atrincherados en la Upoli. La reportera Ivette Munguía de El Diario La Prensa denunció, en las redes sociales, la golpiza que le propinó una agente antidisturbios de la Policía, quien pese a estar enterada de que trataba con una periodista la pateó y la obligó a retirarse del las cercanía de la Upoli, irrespetando la libertad de prensa y los derechos de Munguía.
Pero el sábado negro de los periodistas nicaragüenses, que daban cobertura a las protestas en contra de los asesinatos, la represión policial y de las turbas orteguistas, no terminó hasta que registró el primer periodista asesinado.
Ángel Gahona, cuando se encontraba dando cobertura a las protestas desatadas en Bluefields, inesperadamente, fue alcanzado por una bala. Gahona era el director del medio de digital “El Mediterráneo”, la noche del sábado, 21 de abril, en la que recibió un impacto de bala en la cabeza se encontraba transmitiendo, en vivo en la cuenta de Facebook de su portal de comunicación, la represión de la Policía Nacional en contra de los ciudadanos que desde temprano protestaban.
Los colegas de Gahona, que estaban en el momento de su muerte, han señalado a los agentes de la Policía Nacional como los principales sospechosos. Los familiares del periodista no creen en las investigaciones que ha empezado la Fiscalía General de la República, la cual, actualmente, tiene un proceso judicial en contra de los ciudadanos; Cristofer Lovo Tayler y Abraham Slate.
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Los periodistas independientes de diferentes departamentos del país este miércoles, 9 de mayo, emitieron un comunicado en el que demandaron el respeto para la labor periodística. Los hombres y mujeres de prensa exigieron que cese la violencia gubernamental en contra de la libertad de prensa y demandaron justicia para los lesionados y el periodista asesinado, asimismo, demandaron el acceso a la información pública que ha sido bloqueada durante años a los medios no gubernamentales.
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Miércoles, 9 de mayo
El respeto al que llamaron los periodistas independientes a todas las instituciones del Estado, para todos los hombre y mujeres de prensa, quienes solo cumplen con su labor de informar, fue irrespetado por la Policía Nacional.
El periodista Josué Garay y el fotógrafo Carlos Valle, ambos del Diario La Prensa, denunciaron que la misma noche del 9 de mayo, día del pronunciamiento de los medios independientes, fueron amenazados por agentes de la Policía Nacional con sus armas de reglamento e intentaron quitarle sus equipos de trabajo, en el sector de Waspan Norte, cuando daban cobertura a un plantón que estaban siendo reprimidos por la Policía.
Garay detalló que los agentes de la Policía le refirieron que los medios independientes están atentando contra la seguridad nacional por, supuestamente, incitar la violencia.
El llamado de los periodistas deja claro a las autoridades que, únicamente, cumplen con el labor de informar, por lo que exigen el respeto para todos los hombres y mujeres de prensa, ya que en estas semanas de protestas más de 10 comunicadores no han podido ejercer su trabajo en libertad, respeto y seguridad.
Pronunciamiento íntegro de periodistas independientes
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