[vc_row][vc_column][vc_column_text]Esta mañana un grupo de ciudadanos protestaron frente al edificio del Consejo Supremo Electoral (CSE). Los manifestantes demandaron reformas profundas a ese poder del Estado, la destitución del todavía presidente del CSE Roberto Rivas y señalaron al órgano electoral de ser «cómplice de los fraudes electorales que se han llevado a cabo en Nicaragua desde 2008».
Durante la manifestación fueron desplegado más de 150 antimotines que estuvieron resguardando el edificio y sus alrededores. Los ciudadanos también llevaban pancartas y mantas con mensajes sobre la reserva Indio Maíz.
«Gobierno criminal exterminás hermanos miskitos y campesinos, robás el seguro de los cotizantes y destruís el pulmón de la tierra #SomoIndioMaíz», decía una de las mantas.
Los ciudadanos cuestionaron la desmedida presencia de policías y antimotines que prácticamente los triplicaban, e hicieron un llamado a los efectivos a respetar los derechos humanos y la libre movilización de las personas.
Sospechosos de ser infiltrados orteguistas
Aunque la protesta frente al CSE estaba liderada por el llamado Frente Unido Democrático (FUD), entre los protestantes figuraba David Campos, el líder de una organización llamada Forfunic que el año pasado apareció con una turba vistiendo camisetas azules para agredir a pedradas y garrotazos a periodistas y miembros de partidos opositores que demandaban elecciones justas y transparentes.
En ese entonces Campos, junto al exmienbro de Rejudin, Jairo Contreras fueron mencionados como fichas de José Venancio Berrios, directivo de una organización llamada Pro voto y quien además figuró como uno de los que disputaron el Partido Liberal Independiente (PLI) al grupo de Eduardo Montealegre. Berrios desapareció de las cámaras de televisión desde que el FSLN despojó del PLI a la oposición.
Rivas bajo la lupa de EE-UU
El 21 de diciembre Roberto Rivas Reyes, el magistrado presidente del Consejo Supremo Electoral de Nicaragua fue incluido en una lista negra de 14 personajes corruptos y violadores de derechos humanos del mundo, por parte del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
El 7 de febrero de este año la aplanadora sandinista en la Asamblea Nacional, despojó de sus funciones a Rivas y se las transfirió al vicepresidente, Lumberto Campbell, en una reforma que ha sido tildada de “fachada” por organizaciones de la sociedad civil y partidos políticos.
Nicaragua mantiene un diálogo con la Organización de Estados Americanos (OEA), que incluye una reforma profunda del sistema electoral para garantizar comicios libres, transparentes y competitivos pero, hasta ahora, el régimen de Daniel Ortega mantiene intactas las estructuras electorales, controladas en su totalidad por el partido de gobierno.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]