[vc_row][vc_column][vc_column_text]Es por ello que ahora entendemos a la salud sexual de la mujer como la libertad de miedos, sentimientos de culpas o remordimientos. Además, de la libertad de sentirse libres de imposiciones, enfermedades y deficiencias orgánicas que interfieran con las funciones sexuales reproductivas.
Por lo cual, parte de nuestro cuidado sexual femenino es practicar un sexo seguro, garantizándonos la prevención de enfermedades de transmisión sexual o un embarazo no deseado, en el caso de aquellas mujeres que están en edades fértiles.
En 1995 se celebró la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, en Beijing, donde se empezó a hablar sobre los derechos humanos de las ciudadanas. Entre los temas se abordó los derechos sexuales de las mujeres, lo cual despuntó en un enorme debate en el que se confrontó a los gobiernos y a toda la sociedad en general. En consecuencia, se declaró que: “los derechos humanos de las mujeres incluyen su derecho a ejercer el control y decidir libre y responsablemente sobre las cuestiones relativas a su sexualidad, incluida su salud sexual y reproductiva, libres de coerción, discriminación y violencia”.
Con la disposición se dio un gran salto y se evolucionó a una visión más positiva de la salud sexual de las mujeres, es en ahí donde se incluyó como parte de la salud sexual la satisfacción sexual de las ciudadanas. El cual se transforma en el placer del que nos beneficiamos cuando disfrutamos de la propia sexualidad.
Todos estos avances aportan al cambio de concepto sobre la sexualidad relacionada a la represión, coacción, miedo o la relación que se hace cuando una mujer exterioriza su disfrute sexual en su entorno social.
Es importante destacar, que se concibe a partir de entonces un concepto de sexualidad ligado al bienestar y a la salud de la mujer. Dejando a un lado la visión de la sexualidad femenina inmoral, cosificada, reprimida, obligada a satisfacer a su pareja sexual o exclusivamente para la procreación. Es por ello que, la sexualidad femenina debe seguir trabajándose a todos los niveles para que pase a ser liberadora, sanadora y libre de prejuicios sociales.
Según la OMS, “la salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia”.
La sexualidad femenina, como históricamente se ha hablado y practicado en lo oculto por los constantes señalamientos de la “mujer decente” porque desea exteriorizar, compartir sus dudas e inquietudes. Los prejuicios sociales de doble moral sobre lo mal visto que de la sexualidad femenina pueden provocar un gran rechazo social cuando una mujer muestra interés sin miedo sobre la práctica sexual. Sin embargo, cuando hablamos con hombres que disfrutan de la misma manera del sexo y buscan como satisfacerse con otra persona, visto como un “semental” o un “macho latino”.
La sexualidad femenina es única y tiene sus peculiaridades propias de nuestra feminidad desde los genitales, a veces convertidos en tabú por la desinformación frecuente. Aunque, hoy en día, las cosas han cambiado y no es un secreto que poco a poco las mujeres se han ido liberando y haciendo una revolución positiva de su propia sexualidad.
Entre esa peculiaridad de nuestros genitales poseemos un órgano dedicado a darnos placer, ese capuchón que cubre la vulva y está unido a los labios, se llama clítoris, un gran desconocido. A continuación, describimos algunas de sus principales características ese pequeño, pero tan sensible órgano es de tejido eréctil, o sea, se agranda igual que el pene del varón. El clítoris está compuesto por 8,000 terminaciones nerviosas que lo envuelven. Mide de entre 8 a 12 centímetros de largo y 6 de ancho. Pero, sólo ¼ de su tamaño es visible.
Es importante resaltar que las mujeres cuando entran a la edad de madurez su clítoris se hacen más grande y al entrar a la menopausia se hace siete veces más grande. Es decir que si tienes veinte años tu vida sexual a penas empieza si estás decidida a recibir place, sin los temores y estereotipos que la sociedad impone a la salud sexual de las mujeres. Para, especialmente, los lectores hombres es importante que conozcan que del 50 al 75% de las mujeres tiene orgasmos por estimulación directa y no por penetración.
En el plano menos anatómico, cabe mencionar que, la actividad sexual femenina no está motivada únicamente por el deseo físico, es decir, por el deseo del cuerpo de tener una relación sexual, ya que la excitación y el orgasmo se llega, siempre y cuando, funcione la afectividad, la intimidad y el bienestar con la pareja sexual.
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Si bien es cierto que, algunos hombres algunos hombres practican el sexo sin que sean determinantes las variables antes descritas, pero que quede claro que nosotras tenemos una sexualidad integrada en los afectos, emociones y sentimientos.
Para muchas mujeres, especialmente, las de más de 40 años o las que ya han pasado por la menopausia el deseo o atracción física no es la motivación principal para tener relaciones sexuales. Una mujer podría estar motivada a tener relaciones sexuales para sentirse cerca de su pareja, para demostrar sus sentimientos, lo mucho que le importa tenerle en su vida y crear esa intimidad sentida y pensada para toda la vida.
Es por ello, que el significado de la satisfacción sexual difiere entre hombres y mujeres. Me atrevo a confirmar que es tan compleja que incluso entre mujeres es distinta. Por ejemplo, algunas mujeres se sienten plenas con solo el hecho de experimentar el placer de la excitación sexual, mientras que otras quieren llegar a tener uno, dos o tres orgasmos en una misma relación sexual, porque también tenemos esa otra cualidad.
Estimada mujer ahora que estamos en tu mes es necesario que sigas apostando por ser plena en tu vida sexual, que escuches y sientas tu cuerpo, que lo mimes y llenes todas sus necesidades. No temas, no te inhibas, ni sientas que eres menos por desear vivir tu sexualidad con la mayor plenitud que te mereces. Si tienes inquietudes sobre tu vida sexual o si solo quieres buscar maneras de mejorarla, es necesario empezar ya. Si tienes pareja sexual habla y expresa tus deseos, tus necesidades y fantasías para que las puedas cumplir ahora que es tu tiempo de vida.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]