[vc_row][vc_column][vc_column_text]La Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) es un organismo independiente, de carácter internacional, creado para apoyar al Ministerio Público, Policía Nacional y otras instituciones guatemaltecas en el desmantelamiento de las organizaciones criminales, cuerpos ilegales de seguridad y aparatos clandestinos de seguridad que cometen delitos que afectan los derechos humanos. La Cicig nació para combatir la impunidad en Guatemala.
Así nació la CICIG
Luego del visto bueno de la Corte de Constitucionalidad de Guatemala en mayo de 2007, la Cicig fue creada el 12 de diciembre de 2006 por medio de un acuerdo entre las Naciones Unidas y el Gobierno de Guatemala, que estableció que este órgano independiente operaría durante dos años en el país centroamericano y que este plazo se podía extender, como ocurrió en marzo de 2009 cuando el ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala solicitó, mediante una carta, la prórroga del mandato de la Cicig por otros dos años, la que fue confirmada el 15 de abril de 2009 por el entonces secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
La creación de este organismo se dio en respuesta a los altos índices de corrupción y violencia que todavía enfrenta Guatemala, uno de los tres países con más muertes de jóvenes a nivel mundial.

En cuanto a corrupción, Guatemala empeoró su posición en el índice global, pasando del puesto 32 en 2014 al 28 en 2015 en una escala de 0 (percepción de altos niveles de corrupción) a 100 (percepción de ínfimos niveles de corrupción).
Los casos más grandes que ha destapado la Cicig
Este organismo es famoso en la región por haber investigado al expresidente Otto Pérez Molina, quien, gracias a estas indagaciones, dimitió en 2015. Peréz Molina está en prisión y niega los delitos que se le imputan, mientras que el Ministerio Público y la Cicig continúan acusándolo «de ser uno de los líderes de la red de corrupción» de fraude aduanero.

El asesinato de Rosenberg
El abogado guatemalteco Rodrigo Rosenberg Marzano fue asesinado en mayo de 2009. Su caso se convirtió en un escándalo mediático cuando se difundió un video grabado por el jurista, en el que afirmó que el entonces presidente guatemalteco Álvaro Colom sería el responsable si fuera asesinado.
«Si usted está viendo este mensaje es porque fui asesinado por el presidente Álvaro Colom con la ayuda de Gustavo Alejos (el secretario privado del mandatario)», aseveró Rosenberg en dicho video.

Este material desencadenó una crisis institucional —conocida en Guatemala como caso Rosenberg— que, inicialmente, colocó al Gobierno de ese país en una situación comprometedora. Pero, en la investigación de la Cicig y las autoridades guatemaltecas, se concluyó que Rosenberg planeó su propio asesinato. Aunque, este caso todavía contiene muchas preguntas, ya que, en julio de 2013, dos testigos claves en el asesinato del abogado confesaron que habían sido presionados por los investigadores del Ministerio Público de Guatemala y de la Comisión contra la impunidad en Guatemala para dar una versión falsa sobre algunos factores del crimen.
Otro presidente que cae por la Cicig
La Cicig investigó casos de corrupción ligados a Alfonso Antonio Portillo Cabrera, quien fue presidente de Guatemala del 14 de enero de 2000 al 14 de enero de 2004. Según la Cicig, Portillo y varios militares malversaron fondos públicos. El exembajador de Taiwán Andrew Wu fue implicado en el hecho por la entrega de cheques al exmandatario. Portillo fue condenado a prisión, primero, en Guatemala y, luego, en los Estados Unidos, adonde fue extraditado, aunque, en febrero de 2015, retornó a su país.

En 2013, la Cicig destapó una estructura criminal que emitía pasaportes a extranjeros y permitía el ingreso de viajeros al Aeropuerto de Ciudad de Guatemala sin dejar registros. El grupo delincuencial, también, proporcionaba vehículos ilegales. Los investigadores descubrieron, además, una red de la Dirección General de Migración creada para el tráfico de personas.
Estos son algunos de los diversos casos que ha investigado la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, entre ellos, defraudaciones aduaneras, contratos anómalos, financiamiento ilícito a los partidos políticos, defraudación y tráfico de influencias. Actualmente, la Cicig está investigando por presunta corrupción al expresidente Álvaro Colom, quien fue capturado esta semana.
Las críticas a la Cicig
Este organismo es una pesadilla para los corruptos en Guatemala. Muchos gobiernos, como Venezuela y El Salvador, la han criticado y tildado de «injerencista». La Cicig se sostiene económicamente por Estados Unidos y algunos países de la Unión Europea. Varios presidentes de la región se han sentido amenazados ante la idea de instalar en sus países un organismo independiente que investigue a fondo los casos de corrupción en sus administraciones.
En un editorial del diario La Prensa, de agosto de 2017, se manifiesta la oposición del Gobierno de Daniel Ortega a organismos como la Cicig. En junio de 2016, durante una declaración del Foro de Sao Paulo en El Salvador, condenó expresamente a la Cicig, calificándola como un instrumento de los Estados Unidos que se adjudica prerrogativas fiscalizadoras en el enfrentamiento a la corrupción.

El financiamiento de la Cicig proviene de distintos países que, de manera voluntaria, contribuyen con su funcionamiento. Asimismo, para garantizar su independencia, obtiene fondos del Departamento de Asuntos Políticos de la Organización de Naciones Unidas (ONU). En promedio, la organización tiene un presupuesto anual de unos 12 millones de dólares y sus miembros son personajes de alto prestigio de distintos países, excepto Guatemala.
El Gobierno, los políticos o los empresarios guatemaltecos están imposibilitados de financiar al organismo para evitar su interferencia en los mecanismos de impartición de justicia.
Gobierno de Guatemala se ha querido sacudir
El 25 de agosto, el alto comisionado de la Cicig, Iván Velásquez Gómez, junto con la fiscal general de Guatemala, Thelma Aldana, intentó retirarle la inmunidad al mandatario guatemalteco Jimmy Morales por estar involucrado en el delito de financiamiento electoral ilícito. Dos días después, Morales intentó declarar «non grato» a Velásquez con el fin de expulsarlo del país, pero, el 29 del mismo mes, la Corte Constitucional de Guatemala suspendió el acto del presidente Morales por considerarlo inconstitucional.

Cicig, importante para frenar la corrupción en la región
El experto en seguridad Roberto Orozco asegura que la Cicig es un organismo importante en Centroamérica, «principalmente, en aquellos (países) donde la corrupción se ha entronizado. Por ejemplo, en Nicaragua y en El Salvador, se hace necesario un organismo de esta naturaleza porque facciones corruptas y de crimen organizado, pertenecientes a partidos políticos, han tomado el control del Poder Judicial y, en casos donde estos están vinculados, no se investiga ni se hace justicia».
En el caso de «Guatemala y, más recientemente, en Honduras, estos organismos han demostrado ser eficaces porque no están controlados por poderes fácticos y los que tienen dinero. La efectividad está demostrada en el hecho (de) que ricos y expresidentes, es decir, miembros de las élites, han sido juzgados y condenados por la justicia. Ellos no se han podido esconder detrás de su poder económico ni político y han pagado por lo que han hecho. Creo que una Cicig hace falta en El Salvador y Nicaragua, fundamentalmente», declaró Orozco.
Según La Prensa, por la existencia de la Cicig, en 2006, Daniel Ortega se opuso a que Guatemala presidiera la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y alegó que, en ese país, se violan los derechos humanos y que hay «injerencia de Estados Unidos», señalando implícitamente a la Cicig.
Honduras tiene su propio organismo contra la corrupción
La Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih) es una organización creada en 2016 con el propósito de mejorar la calidad de los servicios prestados por el sistema de justicia hondureño en la prevención y lucha contra la corrupción y la impunidad en el país a través de la colaboración activa, asesoramiento, supervisión y certificación de las instituciones del Estado encargadas de prevenir, investigar y sancionar actos de corrupción. Al igual que la Cicig, trabaja de forma independiente, autónoma y neutral.

Actualmente, la Cicig está enfocada en el caso Transurbano, en el que el expresidente Álvaro Colom está siendo señalado junto a otros miembros de su gobierno.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]