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Una adolescente de 17 años murió de un disparo que le realizó el militar Hitler Pudis, de 23. Pudis era miembro del Ejército de Nicaragua y fue detenido por el femicidio ocurrido en la comunidad Dakura, situada a 40 kilòmetros de la cabecera municipal de Puerto Cabezas.
El soldado fue capturado y presentado ante los medios de comunicación, en la delegación policial de Puerto Cabezas. En su defensa el sospechoso afirmó que no mató a la joven intencionalmente, sino que fue un accidente. En su narración, Pudis explicó que supuestamente salió de su puesto militar al vecindario y de repente dos hombres intentaron quitarle su fusil AK 47, que intentó defenderse y en el forcejeo el rifle se disparó y la bala que se escapó del magacín, se detuvo en la humanidad de la joven.
La madre de la occisa, sin embargo, contó al diario La Prensa que el militar asesinó a su hija porque la joven se negó a tener relaciones sexuales con él.
Para Magaly Quintana, directora de la organización Católicas por el Derecho a Decidir, esa acción criminal contra una mujer “responde a la cultura machista intacta donde se les ha enseñado a los agresores que ellos pueden decidir sobre el cuerpo de cualquier mujer y que si no hacen su voluntad la castigan”, dijo Quintana.
“Mientras no transformemos la cultura vamos a seguir teniendo los resultados que estamos teniendo y nos preocupa la avalancha de muertes de mujeres por la violencia machista”, dijo Quintana.
Reporte anterior: 48 mujeres asesinadas en Nicaragua en 2017
Con este caso, el observatorio de Católicas por el Derecho a Decidir registra 45 femicidios y cinco asesinatos, para un total de 50 mujeres muertas en lo que va del 2017. Esta organización se mostró preocupada porque solo en esta semana se registraron dos femicidios, en uno de ellos la mujer fue ultimada por su pareja y luego él se quitó la vida con la misma arma de reglamento de la agente.
Lea sobre ese caso: Hombre mató a su pareja y luego se suicidó
En el reporte periodístico de La Prensa, la familia de la víctima declaró que las comunidades exigen la salida de los militares de la zona. “No quiero verlos que pasen frente a mí, no los quiero volver a ver, por eso pido que los saquen de la comunidad”, insistió la mamá de la occisa.
Estado culpable
La defensora de los derechos de las mujeres responsabilizó por el incremento de los femicidios al Estado de Nicaragua “que está haciendo muy poco por esta situación y ha desarrollado medidas contrarreformas que siguen llevando a las mujeres a vivir estos niveles de violencia”.
Quintana enumeró una serie de acciones del Estado que dejan en evidencia la responsabilidad de las instituciones en el aumento de la violencia y los femicidios: “a muchas mujeres se les obliga a mediar, se debe también a la desarticulación de la Ley 779, los altos índices de impunidad tolerados por el Estado”, cuestionó la feminista, quien además dijo que “el Estado utiliza a instituciones como la Policía Nacional y el Instituto de Medicina Legal para que transformen los femicidios o en muertes naturales o en suicidios”.
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