Julio Martín Bonilla, el otro contratista favorito del clan de constructores de Fidel Moreno

Es un hombre que “viene desde abajo”: hijo de madre soltera, laboró en un restaurante de comida rápida y luego empezó con una pequeña empresa de rotulaciones, en la que no le fue muy bien. Su suerte cambió cuando conoció a Fidel Moreno, el secretario de la Alcaldía de Managua, y quien tiene un clan de empresarios favoritos. Bonilla se coló entre ellos y, entre 2017 y 2023, sus cuatro compañías de maletín se embolsaron más de 170 millones de córdobas, provenientes de contratos públicos ejecutados bajo modalidades opacas.

Por Artículo 66

La Alcaldía de Managua autorizó el 23 de marzo del año 2023 el mantenimiento del acceso principal del estadio de béisbol Roberto Clemente, ubicado en el centro histórico de la capital, una zona en la que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha venido remodelando desde hace años. La obra fue aprobada a favor de Olimpus Investment Sociedad Anónima, una compañía propiedad de Julio Martín Bonilla Orozco quien, a pesar de su bajo perfil, ha logrado posicionarse como uno de los grandes contratistas de la municipalidad, a tal punto de generar, entre 2017 y 2023, más de 170 millones de córdobas con sus cuatro compañías, que al cambio oficial de diciembre son poco más de 4.6 millones de dólares.

La bonanza del empresario Bonilla Orozco ha sido pavimentada por Fidel Moreno, secretario general de la municipalidad y uno de los operadores políticos más importantes de la dictadura sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Moreno, considerado como uno de los hombres de mayor confianza del régimen sandinista, lo incluyó desde 2017 en un selecto grupo de empresarios que, según una investigación del medio digital Divergentes, recibe los proyectos más jugosos de la municipalidad, utilizando ilegalmente la figura de contratación simplificada y las licitaciones a dedo.

Hasta ahora los únicos empresarios visibles de este grupo eran Santiago Chávez, apodado por los empresarios del sector de la construcción como “El Supercontratista”, y Marietha Sánchez Campbell, conocida como la “La Mujer de los Contratos”, según una investigación incluida en el libro Fiscalizando el Poder Local, presentado recientemente por el Observatorio Urnas Abiertas y el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP), de la Universidad de Costa Rica (UCR).

“Este señor Bonilla ha sido más inteligente que los otros (contratistas beneficiados). No tiene redes sociales abiertas y, aunque lleva un estilo de vida ostentoso, no hace público sus lujos y gustos”, explicó una fuente de la Alcaldía de Managua a Artículo 66 bajo condición de anonimato. “Tiene un bajísimo perfil”, insistió.

El proyecto de mantenimiento del estadio de béisbol, autorizado por Reyna Rueda, alcaldesa de la municipalidad, fue el primero que recibió Bonilla Orozco en el 2023: Por trabajar en la fachada recibirá poco más de un millón de córdobas aproximadamente. El proyecto, a pesar de ser adjudicado el 23 de marzo de 2022, fue publicado en el Centro de Compras de Gobierno en el primer trimestre de este año.

“El año pasado le dieron más o menos la misma cantidad por vender acero a la municipalidad. Este empresario no solo se dedica a construir fachadas, también hace carreteras, remodela parques, vende productos de higiene y limpieza. Pero eso no lo hace con una empresa, usa más”, reveló la fuente.

 

“El típico chavalo humilde”

Fuentes cercanas a Julio Martin Bonilla explicaron que al contratista le gusta practicar distintos deportes, entre ellos el ciclismo de montaña | Fuente: Redes Sociales

Antes de ser un “exitoso empresario”, Bonilla Orozco fue empleado de un restaurante de comida rápida y también dedicó años a una empresa rotuladora en Managua. Su origen, al igual que el de los demás miembros del cartel de empresarios de Moreno, empezó desde muy abajo, específicamente en la Colonia El Periodista, donde vivió junto a su madre.

“Julio no tenía un céntimo. Era hijo de madre soltera, muy esforzada, por cierto. Su infancia estuvo marcada por idas y venidas al Centro Comercial Managua, donde su mamá tenía, y mantiene hasta la fecha, un módulo. Suficiente para vivir y mantener a su hijo”, relató una fuente que conoce al empresario desde la infancia.

La adolescencia del contratista fue similar a la de cualquier chavalo de su edad. Eso sí, en su mente siempre estuvo la idea de estudiar y emprender negocios para superarse y salir de la “relativa pobreza”. Fue así que, luego de graduarse de ingeniero civil en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), intentó destacar en su carrera, pero fue complicado.

Según la fuente que lo conoció durante esa etapa de su vida, no tuvo grandes oportunidades para desarrollar los proyectos que tenía en su cabeza. Las puertas se le cerraron y por eso tuvo que buscar trabajo en un restaurante de comida rápida. Ahí trabajó de cajero un tiempo. Luego emprendió un pequeño negocio de rotulador, pero las ganancias no fueron las que esperaba.

“La suerte le cambió muchos años después, cuando empezó a trabajar en una empresa telefónica como distribuidor y atendía empresas que llevaban las transmisiones a los departamentos. Ahí fue que conoció a Fidel (Moreno) y supo que podía conseguir algo si se acercaba a él”, explicó la fuente de la Alcaldía que conoció detalles de la relación entre ambos.

En esa época Fidel Moreno estaba ligado completamente al negocio de telefonía en su natal Estelí. Con el paso de los años, el poder adquirido y las responsabilidades dentro del engranaje del régimen, delegó sus funciones a cercanos a su círculo de poder.

Ferretería El Centro está ubicada en el Centro Comercial Managua. Algunas de las empresas de Julio Martín Bonilla están registradas en este mismo domicilio a pesar de que no hay edificios que anuncien que estas se encuentran en el lugar | Foto: Artículo 66

Para ese tiempo, Bonilla Orozco ya había creado su primera empresa: Olimpus Investment S.A, constituida legalmente el 24 de septiembre de 2009. El giro de negocios era construcción y remodelaciones. No obstante, su participación en obras públicas era inexistente.

“Julio renunció a su puesto en aquella empresa telefónica y luego se fue a la competencia. Ahí no le fue tan bien. Seguía manteniendo contacto con Fidel pero no había confianza. Fue después de esos malos resultados que habló con él, se acercó y todo cambió… Su estilo de vida mejoró bastante. Pasó de manejar un Toyota Corolla, que no era del año, a andar actualmente una Mitsubishi L200”, relató otra fuente que lo conoció durante su estadía en las compañías de telecomunicaciones.

La primera empresa, Olimpus Investment Sociedad Anónima, con la que ofertó por el proyecto del estadio Roberto Clemente, tiene dirección fiscal en el kilómetro 14 de la carretera hacia Masaya, justo en la entrada del residencial Nuevo Milenio.

Por aquel año, en 2009, también se creó otra empresa: Andrés y Marcela Investment Sociedad Anónima, cuyo representante, según acta constitutiva es José Raúl Lara Flores, un empresario también ligado con Bonilla. La dirección fiscal de la compañía aparece “del Hotelito Kelly, una cuadra al sur”. Este dato tendrá relevancia más adelante.

“Julio siempre ha sido inquieto. Siempre anda pensando en el dinero, en mover efectivo, en tener más y más. Conocer a Fidel le cayó como anillo al dedo a sus pretensiones de ser más de lo que creía. Impulsó su ambición”, expresó uno de los entrevistados ligado a la Alcaldía de Managua que habló para este artículo.

Se constituyen más empresas en Managua

Artículo 66 tuvo acceso a decenas de contratos adjudicados a Julio Martín Bonilla. La mayoría de los proyectos fueron entregados bajo contrataciones irregulares.

Moreno probó el trabajo de Bonilla Orozco con la primera empresa que constituyó. Los resultados fueron excelentes, según relató la fuente de la municipalidad. El secretario quedó tan satisfecho con su forma de trabajo que lo invitó a formar parte de un selecto grupo de empresarios que manejaban los mejores proyectos de Managua.

Para entrar en este selecto grupo, Bonilla Orozco tuvo que crear otra empresa y así licitar con ventaja respecto a otros contratistas. Fue entonces que el 20 de abril de 2015 constituyó Crea Soluciones Sociedad Anónima, su segunda compañía que, según el acta oficial en poder de Artículo 66, estaría dedicada a la fabricación de mobiliarios urbanos, diseño y construcción de obras civiles. La dirección fiscal quedó registrada en Managua, del Hotelito Kelly una cuadra al sur, en el edificio El Centro. Así dice el acta, pero en realidad ahí no hay ningún edificio. Lo que existe es una ferretería que se llama, a secas “El Centro”.

Este negocio también es propiedad de Bonilla Orozco, según testimonios de fuentes que conocen a Bonilla Orozco que hablaron con Artículo 66 para este reportaje. Un autolavado que está contiguo a este sitio igualmente es del contratista, de acuerdo a testimonios de allegados a él. Todo apunta a que en ese sitio es en realidad el epicentro de empresas de maletín ligadas al mismo personaje.

Esta dirección es la misma que puso en su acta constitutiva Andrés y Marcela Investment Sociedad Anónima, cuyo representante es José Raúl Lara Flores. La primera empresa, Olimpus, actualmente registra el mismo domicilio. Es decir, tres compañías comparten local según los registros oficiales.

“Estamos en presencia de un empresario que licita con tres empresas, dos suyas y una de otra persona, y esto es competencia desleal. Él tiene más ventaja que otros”, analizó un experto en municipalismo consultado por este medio de comunicación.

Aunque tenía a disposición tres empresas para licitar obras públicas, Bonilla Orozco creó otra compañía con el objetivo de ampliar las oportunidades de recibir proyectos de la municipalidad. Fue entonces que en 2016 fundó Best Cost Group Sociedad Anónima. A diferencia de las otras compañías, esta fue registrada con domicilio fiscal en el sector de Villa Fontana, específicamente en el Edificio Discover, módulo B1.

Bonilla Orozco empezó a ser eficiente dentro del club de la construcción de Fidel Moreno. Tanto así que hasta los proyectos más baratos, como la venta de productos de higiene y limpieza, aplicó a título personal y bajo la figura de un pequeño emprendimiento llamado “Comercial Anmari”, ubicado en el mismo centro comercial (Ver contratos). Por ese contrato recibió 11,942 dólares.

Listo, con las empresas constituidas a su disposición, Bonilla Orozco entró de lleno en la dinámica del cartel de la construcción. Sus empresas comenzaron a competir en el 2016 con mayor fuerza para obtener proyectos de obras públicas de la Alcaldía de Managua.

Todo ese año Bonilla Orozco recibió proyectos utilizando ilegalmente la figura de contratación simplificada, una que sólo puede usarse cuando la obra se trate de una situación de emergencia o calamidad, según la Ley 801, Ley de Contrataciones Administrativas Municipales.

“Si las obras son entregadas con esta figura de contratación pero no es emergencia entonces estamos en presencia de ilegalidad. La Ley es clara y no puede romperse. Este señor conoce la ley, todos los contratistas la conocen, entonces no puede hacerse el ciego. Aquí hay corrupción a todas luces”, explicó el experto consultado para este artículo.

Cinco años de “buena suerte”

Para conocer el detalle de los contratos otorgados a las empresas de Bonilla Orozco, Artículo 66 revisó el Sistema de Contratación del Estado de Nicaragua. Tras una larga búsqueda se logró identificar que el contratista no solo recibió obras ilegalmente bajo la figura de contratación simplificada, sino que presentó ofertas con todas sus compañías.

En el año 2016 la empresa Crea Soluciones Sociedad Anónima recibió dos obras bajo contratación simplificada para el “mejoramiento vial con revestimiento de concreto hidráulico y obras de drenaje pluvial en el barrio Gertrudis Árias, II Etapa”, y para la “reparación y mantenimiento de la Escuela  La Normal”, en Managua. Por estos proyectos, que según el experto no fueron emergencia o calamidad, Bonilla Orozco recibió un pago de poco más de 13 millones de córdobas, que al cambio oficial de diciembre representan 359,116 dólares.

El año de mayor bonanza, según los documentos en nuestro poder, ha sido el 2017. En esa ocasión aprovechó que se realizaban los Juegos Centroamericanos para ejecutar varias obras menores utilizando la misma figura de contratación, pero agregando otra empresa: Best Cost Group Sociedad Anónima (Ver contratos adjudicados).

Por 15 proyectos, entre los cuales sobresalen la “adquisición de luminarias para el Parque Luis Alfonso”, le pagaron 11 millones de córdobas. Asimismo, por el “suministro e instalación de graderías desmontables y luminarias de voleibol playa”, las dos empresas recibieron un pago de más de 130 millones de córdobas o su equivalente en dólares: 3.5 millones.

“No son obras menores, aunque los contratos lo hagan parecer así. Son proyectos que tienen su costo y que fueron hechos a contra reloj pero por falta de planificación. No por urgencia o calamidad”, resaltó el experto en municipalismo.

El 2018 fue un año de bajos ingresos para las empresas de Bonilla Orozco. Fue el año de la Rebelión de Abril y eso frenó la ejecución de varios proyectos que estaban programados para esos meses. La única compañía que licitó en esos días, según los registros, fue Best Cost Group Sociedad Anónima. En total acaparó en ganancias casi 3 millones de córdobas.

“No sabemos qué ocurrió pero en los registros públicos este empresario no licitó en ningún otro proyecto ni en el 2019 ni en el 2020. Fue hasta el 2021 que reapareció y con una obra bien barata comparado con lo que había ganado años atrás”, explicó la fuente de la Alcaldía.

Ese año, 2021, los registros sólo muestran que su empresa Olimpus Investment Sociedad Anónima participó en la venta de acero por un costo de un millón de córdobas (Ver contratos).

El 2022, no obstante, fue mejor que el año anterior. Las empresas que usó para recibir proyectos fueron Crea Soluciones y Comercial Anmari. Si bien para este año no hubo obras adjudicadas por contratación simplificada, la fuente de la municipalidad con la que habló un equipo de Artículo 66, indicó que todas fueron entregadas “a dedo” por Fidel Moreno (Ver contratos).

En total las dos empresas de Bonilla Orozco ganaron más de 22 millones de córdobas por proyectos como la “rehabilitación de cancha en el barrio Carlos Fonseca” y la “adquisición de alcohol para uso doméstico”.

Julio Martín Bonilla comparte en una celebración privada junto a algunos conocidos. La vida del contratista ha sido bien reservada desde que entró al grupo de constructores bendecidos por Fidel Moreno | Foto: Redes Sociales

A Julio Bonilla Orozco poco se le ve en eventos sociales. Y si asiste es probable que pase inadvertido por el bajo perfil que ha adoptado desde que integra el grupo de cinco del cartel de la construcción de Fidel Moreno. Eso sí, disfruta mucho de hacer actividades deportivas cada vez que puede.

“Julio es una persona a la que le gusta hacer ejercicios, no descuida su figura. Por eso lo vas a ver haciendo ciclismo, en caminatas, en gimnasios. Es bien amistoso con todos los que le rodean”, relató una fuente que conoció al empresario en el 2017.

Otra persona que lo conoció, pero que pidió el anonimato por temor a represalias, explicó que cuando coincidió con él en grupos de amigos siempre le vio una actitud “fregadora” y nunca habló de política, aunque el tema saliera en las pláticas habituales.

“Le gusta mucho asistir a reuniones con amigos y sus pláticas siempre giran en torno a los emprendimientos que quiere hacer. Las veces que le escuché hablar siempre tenía ideas de qué hacer para generar dinero”, continuó la fuente.

Una de las personas que conoce a Bonilla Orozco expresó que el único detalle que resalta del contratista es que en ocasiones se aparte de esos mismos grupos hasta por meses. Su excusa es que tiene viajes de trabajo a Costa Rica y otros países de la región.

Artículo 66 llamó a los números que tienen registrados sus empresas en actas oficiales de constitución, pero ninguna de nuestras llamadas fue atendida. Visitamos la Ferretería El Centro, pero tampoco dieron información sobre él.