El escritor y ex vicepresidente de Nicaragua, Sergio Ramírez Mercado, aseguró que llamar «elecciones» a los eventuales comicios generales del siete de noviembre es un «error semántico» porque lo que habrá es un «proceso de violencia institucional» al eliminar a todos los aspirantes presidenciales opositores y ordenar su encarcelamiento y procesos penales en su contra.
Ramírez criticó el uso del Consejo Supremo Electoral para fines políticos y aseveró que actúa como un «organismo policíaco» que va a declarar electos a quien ellos quieran y «después van a tomar posesión».
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«Estos delitos fueron inventados exprofeso (a propósito) para impedir que se realizarán las elecciones y capturar y meter en las mazmorras a candidatos presidenciales, dirigentes políticos; y seguramente es la primera vez que se está aplicando a alguien por escribir libros, pero los delitos son los mismos, no se diferencian de los que les han aplicado a todos los prisioneros que tienen en el “Chipote” (Dirección de Auxilio Judicial) o los que han logrado huir», aseveró Ramírez en el programa Esta Semana.
El régimen encarceló a los principales aspirantes presidenciales y a la más popular que era Cristiana Chamorro. Ella contaba con un amplio nivel de simpatía, se ubicaba como la candidata con mayor probabilidad de derrocar a Ortega en las elecciones presidenciales, pero la Fiscalía orteguista la acusa por el supuesto delito de lavado de dinero, bienes y activos.
Junto a Cristiana, seis aspirantes presidenciales más están encarcelados y todos acusados por «conspiración» y «traición a la patria» bajo la supuesta violación de la Ley 1055, Ley de Soberanía, una herramienta jurídica aprobada por el oficialismo para inhibir a los opositores a optar a cargos de elección popular.
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Sobre los ataques de la Cancillería nicaragüense contra el embajador mexicano Gustavo Cabrera Rodríguez, manifestó que el régimen ha «maltratado» a países que antes no se declaraban «adversarios de la dictadura de Ortega» como Argentina y México. Ramírez tildó los mensajes diplomáticos de Ortega y Murillo como «espeluznantes» por el lenguaje «vulgar, chabacano y virulento» que también ha desatado contra España y Costa Rica.
«Parece no importarles perder aliados, perder amigos, quedarse solos en el desierto, porque se están quedando absolutamente solos; contando con el respaldo de Rusia, de Irán, de Venezuela, que tampoco son grandes respaldos», dijo.
Ramírez reveló que tras la persecución política del régimen tomó la decisión de exiliarse y que su intención es quedarse en Costa Rica y hacer su vida de escritor desde el vecino país.