El Departamento de Estado de Estados Unidos, a través de su Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental consideró que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo han dado muestras de total desesperación ante la posibilidad de perder las elecciones frente a candidatos de la oposición, y por ello sometieron a arresto domiciliario e inhibieron a la candidata vicepresidencial de la Alianza Ciudadanos por la Libertad (ACxL).
La reacción del Gobierno norteamericano se da luego que la la Fiscalía y el Poder Judicial, al servicio del régimen dictatorial Ortega-Murillo, procedieran a poner en casa por cárcel e iniciaran un proceso judicial contra la exmiss Nicaragua que decidió lanzarse a la arena política para disputarle el Gobierno al matrimonio sandinista. Quezada aspiraba al puesto que ocupa actualmente Rosario Murillo, esposa de Daniel Ortega.
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«Ortega-Murillo se hundió ayer en nuevas profundidades de desesperación con el arresto y exclusión electoral de la candidata a vicepresidente Berenice Quezada», dijo la oficina del Departamento de Estados para Asuntos del Hemisferio Occidental al referirse a la manobra realizada por la dictadura para sacar del proceso electoral a la candidata de ACxL.
Asimismo, la diplomacia norteamericana, a través de un mensaje publicado en su página oficial de Twitter, critica el motivo utilizado por los Ortega-Murillo para anular la candidatura de la compañera de fórmula de Oscar Sobalvarro, y señala que en realidad lo que demuestran los dictadores es miedo a un proceso electoral limpio.
«Quezada dice que los nicaragüenses quieren cambios, palabras simples que la pareja dictatorial llama “terrorismo”. Sin terror real, solo miedo a elecciones libres y justas», dice la publicación.
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Berenice Quezada, que fue miss Nicaragua en el 2017, con 27 años, es la más joven de todos los aspirantes. El pasado dos de agosto, ACxL la inscribió como su candidata a la Vicepresidencia, haciendo fórmula con el excomandante de la Resistencia Nicaragüense Oscar Sobalvarro. A la salida del orteguista Consejo Electoral (CSE), Quezada habló con los medios de comunicación y aprovechó para llamar a la población a salir masivamente a votar el próximo siete de noviembre, tal como lo hizo en el 2018 y además dijo que Nicaragua no quiere más dictadura. Esas palabras le valieron haber perdido su libertad y estar enfrentando una acusación por supuesto terrorismo.
Antes de Quezada, ya los Ortega-Murillo habían despojado de toda posibilidad de participar en las elecciones como candidatos a 7 opositores, acusándolos bajo su ley represiva 1055 conocida como Ley Soberanía, de traidores a la Patria o de Lavado de Dinero.
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Están en la cárcel los precandidatos presidenciales Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro, Miguel Mora y Medardo Mairena. En arresto domiciliario, la precandidata independiente Cristiana Chamorro y el conservador Noel Vidaurre. Además para conservar su libertad tuvieron que irse al exilio la abogada María Asunción Moreno y Luis Fley, quienes también habían expresado sus intenciones de aspirar a la presidencia.