El precandidato presidencial de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) dentro de la Coalición Nacional (CN) Félix Maradiaga fue golpeado por los efectivos policiales que lo detuvieron, este martes, ocho de junio, minutos después de haber salido de rendir declaraciones en al Ministerio Público, cuando fue emboscado a pocas cuadras de la Fiscalía. Simulando un retén de rutina, fue sacado de su vehículo con violencia en medio de golpes y amenazas de muerte, según relató su abogado Róger Reyes quien lo acompañaba al momento de la aprehensión.
El abogado Reyes, que además es miembro del Consejo Político de la UNAB, relató que después de salir de las oficinas del Ministerio Público (MP), a unas cinco cuadras, el las cercanías del Parque de la Biblia, aproximadamente a las 12:40 minutos del medio día, policías de tránsito simulaban un retén de regulación vehicular y ya tenían despejado el carril por donde debía pasar el precandidato; se trataba de una emboscada bien planificada, lejos de las cámaras periodísticas.
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Maradiaga ocupaba el asiento de pasajero, a la derecha de su conductor, Miguel Lumbí Hondoy, al momento que los agentes de la Policía orteguista con el distintivo de Tránsito le hicieron la señal de alto que fue atendida por el chofer y le pidieron todos sus documentos.
Mientras unos policías revisaban la documentación reglamentaria del conductor y del vehículo, otro de los policías abrió la puerta del lado donde viajaba el aspirante presidencial y sin mediar palabras, lo golpeó en el rostro.
«En el momento que revisaban los documentos del conductor, una patrulla nos cerró el paso por la parte de atrás y un policía se acercó al lado de la puerta derecha donde viajaba Félix (Maradiaga) y de manera violenta abrió la puerta y sin mediar ninguna palabra, con el puño cerrado le dio un fuerte golpe en el rostro. En ese momento Félix trató de defenderse pero llegaron otros policías para detenerlo de inmediato los sacaron (de su camioneta) por la fuerza y mientras lo bajaban le propinaron el segundo golpe en la cara», contó el abogado que viajaba en el mismo vehículo.
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Acto seguido, otro policía obligó al abogado Reyes a salir del vehículo y lo condujo hasta microbús policial cerrado, para impedirle que pudiera ver lo que sucedía con Madariaga.
Amenazas de muerte
«¿Sabés qué hacía Somoza con los que capturaba?», le dijo el policía al profesional del derecho a lo que le respondió que no sabía. El uniformado al servicio de la dictadura Ortega-Murillo le insistió en tono agresivo que «los llevaba a la Cuesta del Plomo y es ahí donde te voy a llevar a vos» en una clara amenaza de muerte ilustrándola con los asesinatos que cometía la Guardia Nacional somocista antes de 1979 en ese lugar en la carretera que conduce a lo que hoy es el municipio de Ciudad Sandino.
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El chofer del dirigente y precandidato presidencial también fue detenido aunque, según se supo más tarde, fue puesto en libertad. El paradero de Maradiaga no se conoce a ciencia cierta, pues en un comunicado divulgado por la Policía del régimen, casi de forma simultánea con el acto de detención, solo se dice que fue detenido por «estar siendo investigado por realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía, y la autodeterminación, incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos, pedir intervenciones militares, organizarse con financiamiento de potencias extranjeras para ejecutar actos de terrorismo y desestabilización, proponer y gestionar bloqueos económicos, comerciales y de operaciones financieras en contra del país y sus instituciones, demandar, exaltar y aplaudir la imposición de sanciones contra el Estado de Nicaragua y sus ciudadanos, y lesionar los intereses supremos de la nación, de conformidad con el artículo 1 de la Ley No. 1055 “Ley de Defensa de los Derechos del pueblo a la Independencia, la Soberanía y Autodeterminación para la Paz”».
Maradiaga es el tercer precandidato presidencial que la tiranía de los Ortega-Murillo apresa con el fin de enjuiciarlos para sacarlos de la contienda electoral. Ya antes fueron privados de libertad de forma arbitraria Cristiana Chamorro que está bajo arresto domiciliario y Arturo Cruz que está en las celdas de la Dirección de Axulio Judicial conocida como El Nuevo Chipote.