En menos de 4 días han perdido la vida dos indígenas de la comunidad Mayangna Sauni As. El segundo fallecido fue identificado como Serato Juwith Charly de 23 años, de la comunidad Kauhmakwas. La primera víctima era un guardabosques, de 38 años, que murio en un hospital de Rosita, luego de ser víctima de un ataque armado el pasado dominngo.
Serrato Judith, de 23 años, también era guardabosques. Fue asesinado en la zona cercana a la comunidad de Wilu, la aldea que fue quemada por colonos hace meses. El fallecido realizaba, junto a otros indígenas, actividades de cacería, cuando fue secuestrado y luego asesinado. Así lo detalla un comunicado de la Fundación Prilaka.
La Fundación del Río también hizo eco de estas denuncias. El presidente de esta organización ambientalista, Amaru Ruíz, hace un llamado para la protección de los comunitarios.
Noticia relacionada: Indígena guardabosque del territorio Mayangna Sauni As murió tres días después de ataque a balazos
Llamado a la comunidad internacional
Los representantes de la Fundación Prilaka hacen un llamado a la comunidad internacional para condenar estos actos de violencia que, aseguran, obedece a una intención de desplazamiento forzado y el intento de despojarlos de sus territorios.
También denuncian que con estas invasiones y ataques, se pone en riesgo la seguridad alimentaria de los comunitarios a los que se les impide realizar labores de pesca y cacería.
La mañana de este viernes, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) condenó los asesinatos de los dos líderes indígenas. Señalan que uno de los crímenes fue precedido de un secuestro.
«La Oficina llama al Estado a investigar y dar con los responsables de estos ataques, establecer acciones para evitar que estos hechos se repitan, y garantizarlos derechos de las víctimas y sus familias, a quienes expresamos nuestra solidaridad», detalla la organización, a través de su cuenta de Twitter.
De acuerdo a los datos presentados por el periodista, en el rodaje, en nuestro país, desde el 2012, han asesinado a unos 70 comunitarios, guardabosques y Mayangnas. Un 40% de estos crímenes se registraron después del 2018, cuando se dio la quema de la reserva Indio Maíz.
En diversas ocasiones, líderes de las comunidades indígenas han denunciado la intención de colonos que ingresan armados a sus territorios de despojarlos de sus propiedades. Los indígenas también sufren la persecución del régimen orteguista. Cuatro de ellos permanecen bajo prisión desde el 2021.