El mundo conmemora este primero de mayo el Día Internacional del Trabajador. En la mayoría de países, inclusive hasta en Venezuela, los ciudadanos marchan este lunes por la reivindicación de sus derechos laborales, pero en Nicaragua ni siquiera hay posibilidad de leer un comunicado donde se pida mejoría salarial.
En este contexto, el grupo político Unión Democrática Renovadora (Unamos) resaltó que Nicaragua vive en un contexto de una «crisis prolongada y con miles de nicaragüenses en el exilio. La dictadura está en la raíz de esa crisis y en sus consecuencias».
Según estimaciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU), desde 2018 a la fecha, en el contexto de la crisis social, política y económica de Nicaragua, más de 600 mil nicaragüenses han abandonado su país de origen debido a la falta de oportunidades de empleo en el país o por la persecución política.
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Unamos, además, destaca que «la dictadura (de Nicaragua) quebró la seguridad social y viola los derechos laborales y los de los jubilados, quienes han sido robados al cambiar hacia la baja el cálculo de su pensión. A esto debemos sumar la situación de los cientos de miles de exiliados que no pueden retirar la pensión a la que tienen derecho, y a los más de 300 nicaragüenses despojados ilegalmente de su nacionalidad y de sus derechos ciudadanos».
Uno de los casos que reflejan el robo de la pensión es el de Mónica Baltodano. Su familia ha sido víctima de la represión orteguista y pese a que a los cotizantes les arrebatan su pensión a la hija de la excomandante guerrillera sandinista pretenden continuar cobrando su seguro facultativo.
A inicios de abril de 2023, Mónica López Baltodano, hija de Mónica Baltodano, denunció el «descaro» de la dictadura de seguir enviando cobros correspondientes a su seguro facultativo luego de despojarla de su nacionalidad.
«Nivel profesional de cinismo: emails del INSS (Instituto Nicaragüense de Seguro Social) cobrándome el seguro facultativo, que antes pagaba para acumular cuotas, después que le robaron la pensión de vejez a mi mamá y papá, apropiándose de décadas de trabajo ajeno. Borraron nuestra nacionalidad pero siguen cobrando», refirió la denuncia Baltodano.
A la familia Baltodano le fue confiscada la Fundación Popol Nah después que le cancelaron su personalidad jurídica junto a otro grupo de ONG en diciembre de 2018. En las instalaciones de esa organización, el régimen ordenó al Ministerio de Salud instalar una casa materna.
Por su parte, el economista y excarcelado político Juan Sebastián Chamorro escribió en sus redes sociales que en Nicaragua no hay «nada que celebrar en el Día Internacional de los Trabajadores. El país sufre de una profunda crisis económica estructural, agravada por la crisis dictatorial que ha generado el mayor flujo de nicaragüenses al extranjero. Tener un empleo se ha convertido en un lujo».
La crisis la dejaron ustedes los chamorros golpistas que dejaron un montón de desempleados y destruyeron el país Nicaragua
No hay nada que celebrar el DIA DEL TRABAJADOR en Nicaragua, los derechos les an sido arrebatados de un solo tajo sin derecho a reclamo ,sólo Dios enviará a gobernar a un honesto y k7sto para resarcirse el pleno derecho que tienen los trabajadores de pagarles las demandas y falta de pagos que no quisieron dar por capricho ,por revanchismo de esta dictadura . Ellos tendrán que pagar una vez derrotados.